En un discurso transmitido por cadena nacional con un apagado tremendo y ante un Congreso semivacío, el presidente Javier Milei presentó el Presupuesto 2025. Más allá de los aspectos técnicos falsos, el mandatario aprovechó la oportunidad para profundizar su retórica anticasta y polarizar directamente con el kirchnerismo, al que culpó de los principales males del país. En sus 50 minutos de alocución, Milei mencionó reiteradamente el "déficit" y el "Estado", pero evitó hablar de temas sensibles como la jubilación, la devaluación o los salarios de los trabajadores.

"Vengo a ponerle un cepo al Estado", dijo el presidente al inicio de su discurso, mientras reafirmaba su compromiso con la reducción del gasto público. En esa línea, defendió su veto a la movilidad jubilatoria y al presupuesto universitario, y prometió vetar cualquier proyecto que atente contra el "equilibrio fiscal". También les pidió a los gobernadores realizar un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares en sus provincias, como parte de su plan de austeridad.

 Apenas comenzó la cadena nacional, el encendido de la TV abierta bajó más de 10 puntos. El Trece, Canal 9, América y la TV Pública bajaron a menos de 1.0. El primetime del domingo toca el número más bajo por primera vez en el año", posteó en X de Real Time, una cuenta especializada en mediciones de rating.

El discurso fue, en gran medida, una plataforma para atacar a la oposición, especialmente al kirchnerismo, al que responsabilizó por la alta pobreza, el retorno del analfabetismo y los problemas energéticos. Incluso insultó a los legisladores presentes, refiriéndose a ellos como "ratas miserables". El bloque de Unión por la Patria, con apenas una veintena de legisladores presentes, fue el principal receptor de sus críticas, mientras que figuras del PRO y la UCR, que también estuvieron en el recinto, permanecieron mayormente en silencio.

Milei se dirigió también a sus opositores en el PRO, con indirectas hacia Mauricio Macri y críticas a la gestión pública, afirmando que su gobierno ha "echado 31.000 ñoquis" en los primeros nueve meses. La polarización con Macri y sus aliados fue interpretada por algunos como un intento de arrinconar al exmandatario de cara a las próximas elecciones.

El discurso no estuvo exento de críticas. Desde la oposición, el diputado Leandro Santoro ironizó sobre el bajo rating de la cadena nacional, mientras que la senadora Juliana Di Tullio lo acusó de priorizar el ajuste y beneficiar al sector más rico del país. Otros legisladores, como Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, criticaron la falta de medidas para los jubilados y trabajadores.

A pesar de la fuerte retórica y los insultos, el contenido específico del presupuesto pasó a un segundo plano. Los detalles técnicos del proyecto recién fueron entregados al Congreso al final del discurso, dejando a la mayoría de los legisladores sin información precisa sobre las prioridades del gobierno para el próximo año.