LAS MIL Y UNA SALSA
25 de agosto de 2024
Salsa Mornay: La Crema Perfecta para tus Platos Gratinados
Conoce su historia y descubrí cómo hacer una salsa Mornay rica y cremosa, ideal para gratinados y platos de pasta. ¡Un toque gourmet en tu cocina!
Historia de la Salsa Mornay
La salsa Mornay, una exquisita variación de la salsa bechamel, es una de las salsas clásicas de la cocina francesa, reconocida por su suavidad y sabor rico gracias a la adición de quesos. Esta salsa ha sido utilizada desde el siglo XIX en la alta cocina francesa y ha logrado perdurar como una de las favoritas en la gastronomía gourmet.
Orígenes en la Alta Cocina Francesa
La salsa Mornay se originó en Francia durante el siglo XIX, en una época en que la cocina francesa alcanzaba nuevas alturas de sofisticación bajo la influencia de chefs que servían a la nobleza y la burguesía. La Mornay es una derivación directa de la salsa bechamel, una de las "salsas madre" de la cocina francesa, a la cual se le añade queso rallado, generalmente Gruyère y parmesano.
El Nombre Mornay
El origen exacto del nombre "Mornay" es incierto, pero se cree que podría estar asociado a la familia de aristócratas franceses, los Duques de Mornay, quienes eran conocidos por su influencia y su gusto por la alta cocina. Es posible que la salsa haya sido creada en honor a alguno de ellos o en uno de los establecimientos donde la élite parisina solía cenar, como el famoso Restaurante Le Grand Véfour en París, que era frecuentado por la alta sociedad de la época.
Expansión y Popularización
Con el tiempo, la salsa Mornay fue adoptada en numerosos platillos clásicos franceses, especialmente en aquellos que requerían gratinado, como los macarrones con queso (Macaroni au Gratin), lasañas, y vegetales gratinados. Su cremosidad y el sabor profundo del queso la hicieron popular no solo en Francia, sino también en cocinas de todo el mundo, donde se convirtió en sinónimo de un toque gourmet.
Adaptaciones Modernas
En la cocina contemporánea, la salsa Mornay ha visto diversas adaptaciones. Aunque tradicionalmente se hace con Gruyère y parmesano, algunos chefs han experimentado con otros quesos, como el cheddar o el Comté, para crear variaciones que se adaptan a diferentes gustos y platos.
Mornay en la Cocina Internacional
Hoy en día, la salsa Mornay sigue siendo una elección popular para gratinados de pasta, verduras, y platos de mariscos como la langosta Mornay, una versión lujosa que combina la salsa con mariscos frescos. Su rica textura y sabor la mantienen vigente en menús de restaurantes y en las cocinas caseras alrededor del mundo.
La historia de la salsa Mornay es un testimonio de cómo un simple toque de creatividad en la cocina puede transformar una salsa básica en un pilar de la alta gastronomía, manteniendo su relevancia y popularidad durante más de un siglo.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de manteca
- 2 cucharadas de harina
- 2 tazas de leche
- 1/2 taza de queso Gruyère rallado
- 1/4 taza de queso parmesano rallado
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Coccion:
- Preparar Roux: Derrite la manteca en una cacerola a fuego medio. Agrega la harina y cocina, removiendo constantemente, durante 2-3 minutos hasta que se forme una pasta dorada.
- Añadir Leche: Lentamente vierte la leche, batiendo para evitar grumos. Cocina hasta que la mezcla espese.
- Incorporar Quesos: Agrega el queso Gruyère y el parmesano, removiendo hasta que se derritan y la salsa esté suave.
- Sazonar: Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto. ¡Disfruta!
La salsa Mornay es una salsa versátil y rica que puede elevar una variedad de platos con su cremosidad y sabor a queso. Aquí te menciono algunas de las formas más comunes de usarla:
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Gratinados de Pasta: La salsa Mornay es ideal para platos como macarrones con queso (Macaroni au Gratin) o lasañas, donde su textura cremosa y el sabor del queso se integran perfectamente con la pasta.
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Vegetales Gratinados: Se utiliza en gratinados de verduras como coliflor, brócoli, espárragos, o papas, creando una capa dorada y sabrosa en el horno.
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Platos de Pescado y Mariscos: La salsa Mornay es excelente para acompañar mariscos como langosta, vieiras o camarones, especialmente cuando se gratinan en el horno. Uno de los platos más conocidos es la langosta Mornay.
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Huevos: Puedes utilizar la salsa Mornay para enriquecer platos de huevos al horno, como en los huevos en cocotte (huevos horneados en ramequines) o en una versión sofisticada de huevos benedictinos.
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Carnes Blancas: La salsa Mornay combina bien con carnes blancas como pollo o pavo, ya sea como salsa para napar o en gratinados de pechugas de pollo.
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Canelones y Lasañas: Es común usar la salsa Mornay en platos de canelones rellenos de carne, espinacas, o ricota, así como en lasañas, donde se alterna con capas de pasta y relleno.
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Platos al Horno: La salsa Mornay se utiliza para añadir riqueza y sabor a platos al horno como quiches, soufflés, y cazuelas de arroz o pasta.
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Sándwiches Calientes: En sándwiches como el Croque Monsieur o el Croque Madame, la salsa Mornay se extiende sobre el pan antes de gratinarlo, añadiendo una capa de sabor fundido y dorado.
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Pizza Blanca: En lugar de la clásica salsa de tomate, puedes usar salsa Mornay como base para una pizza blanca, complementando ingredientes como champiñones, espinacas, y pollo.
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Patatas Dauphinoise: Esta versión de papas gratinadas, típica de la cocina francesa, puede enriquecerse con salsa Mornay para un acabado más cremoso y sabroso.
La salsa Mornay, con su rica combinación de bechamel y quesos, es una opción excelente para platos que buscan un toque extra de cremosidad y sabor a queso, haciendo que cualquier comida sea más deliciosa y sofisticada. Buen provecho.
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