La salsa chermoula es un clásico de la cocina del norte de África, especialmente de Marruecos, Túnez y Argelia. Su historia está íntimamente ligada a las tradiciones culinarias bereberes y árabes, que desde hace siglos emplean hierbas frescas, especias y aceite de oliva para marinar y dar sabor a pescados, carnes y vegetales.

El término “chermoula” proviene del árabe magrebí y hace referencia a una mezcla o adobo. En esencia, es una salsa cruda que combina cilantro, perejil, ajo, comino, pimentón, limón y aceite de oliva, aunque su receta varía según la región o incluso la familia.

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En Marruecos, por ejemplo, se usa mucho con pescados —frescos o en tajines— y puede llevar azafrán o jengibre. En Túnez, la versión suele ser más picante y con un color más oscuro. Lo interesante es que no hay una fórmula única: cada versión local responde a los ingredientes disponibles y al gusto popular.

A lo largo del tiempo, la chermoula traspasó fronteras y se convirtió en un símbolo del Magreb culinario, destacándose por su equilibrio entre frescura, acidez, picor y profundidad. Hoy es una salsa muy valorada en la cocina internacional, ideal para marinar o levantar platos simples con mucho carácter.

Ingredientes:

• 1 taza de cilantro fresco picado

• ½ taza de perejil fresco picado

• 2 dientes de ajo

• 1 cucharadita de pimentón dulce

• ½ cucharadita de comino molido

• Jugo de 1 limón

• ½ cucharadita de sal

• ½ taza de aceite de oliva

• Opcional: una pizca de ají molido o chile en polvo

Preparación:

1. Picá finamente el ajo, el perejil y el cilantro (o usá un mortero o procesadora para una textura más uniforme).

2. Colocá todo en un bowl y agregá el pimentón, el comino, la sal y el jugo de limón.

3. Incorporá el aceite de oliva y mezclá bien hasta obtener una pasta espesa y aromática.

4. Dejá reposar 15 minutos para que se integren los sabores.

La salsa chermoula se usa en una gran variedad de platos del norte de África y también en recetas contemporáneas que buscan un perfil aromático y especiado. Estas son algunas comidas donde suele brillar:

• Pescados: Es el uso más tradicional. Se usa como marinada antes de cocinar al horno, parrilla o sartén, especialmente con pescados blancos como merluza, dorado o lenguado.

• Mariscos: Camarones o calamares marinados en chermoula y luego salteados o a la parrilla ganan un sabor increíble.

• Pollo y cordero: Perfecta para marinar muslos de pollo, pechugas o trozos de cordero antes de asarlos o cocinarlos en tajine.

• Vegetales grillados: Ideal con berenjenas, zucchini, papas, coliflor o zanahorias asadas, a modo de aderezo final.

• Cuscús o arroces: Sirve como toque fresco sobre platos de cuscús, arroz especiado o incluso ensaladas tibias con legumbres.

• Pan pita o tostadas: Puede usarse como dip o untada sobre pan con queso fresco o hummus para un snack lleno de sabor.

En resumen, la chermoula es una salsa versátil que levanta cualquier plato con su mezcla de hierbas, especias y limón.