Historia de la salsa:

La salsa Romagnola proviene de Emilia-Romaña, una región del norte de Italia famosa por su rica tradición gastronómica. Esta salsa refleja la cocina campesina italiana, que privilegia ingredientes frescos y de calidad, como tomates, ajo, cebolla y hierbas aromáticas. Su nombre proviene directamente de esta región y es una variante sencilla y casera que se utiliza para realzar platos de pasta y carnes, manteniendo el sabor auténtico y sin complicaciones. Con el paso del tiempo, se popularizó más allá de Italia por su versatilidad y frescura.

Ingredientes:

• 400 g de tomates maduros o puré de tomate

• 1 cebolla pequeña picada

• 2 dientes de ajo picados

• 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

• Sal y pimienta a gusto

• Hierbas frescas: albahaca y perejil picados

Preparación:

1. Calentar el aceite de oliva en una sartén y sofreír la cebolla hasta que esté transparente.

2. Añadir el ajo y cocinar por 1 minuto sin que se queme.

3. Incorporar los tomates o puré, salpimentar y cocinar a fuego lento durante 20-25 minutos hasta que espese.

4. Agregar las hierbas frescas, mezclar y retirar del fuego.

¿En qué comidas se suele usar?

1. Como salsa para pastas frescas, especialmente tagliatelle o pappardelle.

2. Acompañando platos de carnes blancas como pollo o cerdo.

3. Como base para guisos ligeros o estofados.

4. En preparaciones al horno, como berenjenas a la parmesana.

5. Para untar en bruschettas o panes tostados.