EL RECOPILADOR
1 de agosto de 2025
28 de abril de 1774. El Pacto de Los Chañares Capilla. Inmaculada Concepción de María de Villa de Pocho.

A la capilla Inmaculada Concepción de María de Villa de Pocho, se la conoce por haber sido testigo de una de las historias más olvidadas del país.
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Halladas a la vuelta de una esquina.
Ubicada en el oeste de la Provincia de Córdoba en Traslasierra, se llega desde Las Palmas (Ruta provincial 28) por un camino de 14 km de tierra, cruzando la pampa de Pocho festoneada por las Altas Cumbres.
Ella, en 1774, fue escenario del Pacto de los Chañares, conocido como el primer documento pre-revolucionario en el que la corona española reconoció derechos a los pobladores, tras la Rebelión del Común.
En el siglo XVIII, década del setenta, los criollos del valle de Traslasierra eran sojuzgados por la autoridad virreinal. Vivian en condiciones de casi esclavitud, recibiendo tratos atroces y sin ninguna posibilidad de reclamos. Poseían pequeñas parcelas de tierra, pero le quitaban gran parte de lo que producían, y sus mujeres eran violadas sistemáticamente.
Hartos de esta situación los vecinos, encabezados por Basilio Quevedo y asesorados por Enrique Olmedo y Joaquín Güemes Campero, se sublevaron contra las autoridades realistas designadas por el Cabildo. Los Maestres de Campo José de Isasa y Ayesta y José Tordesillas, apoyados por el Maestre de Campo de la Plaza, Don Tiburcio Ordoñez, Alcalde de la Santa Hermandad eran los principales mandones del momento.
Un grupo de hombres y mujeres pusieron su vida y la de su pueblo por encima del egoísmo y la manipulación, con la firme decisión de proclamar sus derechos ante las injusticias que día a día sufrían.
La chispa que encendió la mecha del levantamiento fue, el reemplazo del cura párroco de la capilla Nuestra Señora del Rosario, de la Villa de Pocho, Simón Tadeo Funes, dispuesta por el Episcopado.
El 3 de abril de 1774, los criollos de la zona se reunieron en torno a la Capilla para oponerse a la medida. De Isasa fue el organizador de esta protesta, invocando el derecho de 'el común' a participar en ese tipo de decisiones. Rebeldía ésta, que le duró poco al maestre de campo, al ser amenazado de ser remitido al Tribunal de la Santa Inquisición. Trató de frenar la protesta, pero los milicianos rebeldes lo tomaron prisionero y lo mandaron a San Luis de la Punta.
El segundo acontecimiento motivador fue la información recibida por los milicianos, a través de una 'carta anónima' desde Córdoba, donde se les indicaba que iban a ser destinados y sin cabalgaduras, al fortín las Tunas, y que también les llevarían a sus familias.
Cuando el Maestre de Campo Isasa convoca a su gente en la Laguna de Pocho, para desde allí 'correr la frontera', los milicianos reaccionaron vivamente tomando prisionero a Isasa junto a dos de sus capitanes. Amarrados y custodiados los condujeron a Punta del Agua. Cuatro días después, Isasa consiguió escapar.
Al enterarse el Cabildo de los acontecimientos, por decreto del 14 de abril, designó Comisionado para pacificar a los revoltosos, al Maestre de Campo General de la Plaza, don Juan Tiburcio Ordoñez, Alcalde de la Santa Hermandad, quien partió para Traslasierra con 17 soldados, un capitán, cuatro sargentos y un cabo.
El día 23, llegaron a La Ciénaga. Comenzaron las negociaciones, a lo largo de cuatro días, con el juez pedáneo Tordesillas, el cura Rodríguez por un lado y con Basilio Quevedo por el otro. Los sublevados presentaron indeclinables reclamaciones como única condición de paz.
En Los Chañares, el 28 de abril de 1774, el Comisionado se vio en la obligación de aceptar las condiciones impuestas por los Comuneros. Debió acceder a cada uno de los ocho puntos que componían el petitorio que comenzaba diciendo,… // -en la cláusula segunda de aquel notable pacto, los sublevados habían desplegado su mayor audacia al establecer que “no ha de gobernar en este valle ningún hombre europeo”.
El Cabildo rechazó todo lo acordado por el representante virreinal. Calificó al pacto como "de la mayor gravedad y que son delincuentes del atroz delito de sublevados ... con el pernicioso ejemplo de que los demás partidos de la jurisdicción originen los mismos tumultos".
Pero, después de muchas idas y venidas, el Cabildo tuvo que dar marcha atrás y otorgar a los sublevados, las concesiones que solicitaban.
Esta primera sublevación colonial, rebelión anterior a la de Nueva Granada en Colombia, a la de Tupac Amaru en Perú, anterior a nuestra Independencia de 1816, y que es realmente un importante antecedente patrio en la lucha contra la ocupación realista, sigue sin ocupar el lugar que merece en nuestra historia!
Fuente: 1774 PACTO DE LOS CHAÑARES - REMEMBRANZAS DE CORDOBA
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