En octubre de 2025, las elecciones legislativas marcarán un punto de inflexión en la política argentina, con la renovación de 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado. Este escenario pondrá en juego el futuro equilibrio de fuerzas en el Congreso, con los principales bloques políticos buscando mantener o ampliar su representación.

Una de las novedades será la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP), un cambio sustancial en el sistema electoral. Este nuevo instrumento simplifica el acto de votar al presentar en una sola boleta todos los cargos a elegir. Los cargos estarán alineados en el margen izquierdo, mientras que las opciones partidarias se ubicarán en filas diferenciadas por colores. Esta modalidad busca garantizar mayor claridad para los votantes y evitar confusiones habituales en el cuarto oscuro.

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Por otro lado, persisten los interrogantes respecto a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Desde la asunción de Javier Milei, el gobierno intentó avanzar con una reforma electoral que incluía la eliminación de esta instancia, pero la falta de consenso político frenó la propuesta. Según fuentes cercanas a Casa Rosada, “el tema sigue en agenda, aunque no hay tiempo suficiente para aplicarlo antes de estos comicios”.

Los principales bloques tienen mucho en juego. Unión por la Patria arriesga 47 de sus 99 bancas en Diputados, siendo el espacio que más escaños pone en disputa. Por su parte, el PRO debe renovar 22 de 37, mientras que La Libertad Avanza, liderada por Milei, arriesga ocho de 39, aunque la mayoría proviene de legisladores que se sumaron al bloque tras ser electos por otros partidos. En el Senado, Unión por la Patria enfrenta la renovación de 14 escaños, mientras que la Unión Cívica Radical pone en juego cuatro y el PRO, dos de sus siete actuales.

El debut de la Boleta Única de Papel y la discusión sobre las PASO generan expectativa en un año en el que el Congreso será escenario de intensas disputas. Los resultados de octubre podrían redefinir el panorama político, otorgando al oficialismo un mayor respaldo legislativo o consolidando la influencia de la oposición en ambas cámaras.