Historia de la zorza gallega: el origen de un clásico

La zorza gallega es un plato con profundas raíces en la gastronomía de Galicia, cuyo origen está estrechamente ligado a la elaboración del chorizo. Se trata de la carne de cerdo adobada que, antes de ser embutida en tripa para la producción de chorizos, se reserva y se cocina como un plato independiente. Con el tiempo, este preparado ganó popularidad hasta convertirse en una receta tradicional que se disfruta en bares y hogares de toda la región.

Un plato vinculado a la matanza del cerdo

La zorza tiene sus raíces en las matanza tradicionales del cerdo, una costumbre ancestral en Galicia y otras regiones de España. Durante la matanza, que solía realizarse en invierno, la carne se adobaba con ajo, pimentón y otras especias para su conservación y posterior embutido en forma de chorizo. Sin embargo, una parte de esta carne adobada se destinaba a ser consumida fresca, cocinada en sartén o a la brasa, dando origen a lo que hoy se conoce como zorza.

Evolución y consolidación como plato típico

Con el paso del tiempo, la zorza dejó de ser solo un "producto en proceso" para convertirse en un plato en sí mismo. Su sabor intenso y su facilidad de preparación hicieron que se popularizara en los hogares y en las tabernas gallegas, donde se servía como tapa o como parte de una comida principal, generalmente acompañado de patatas fritas o pan de pueblo.

Hoy en día, la zorza es un plato icónico de la cocina gallega, presente en muchas cartas de bares y restaurantes, y continúa siendo una de las tapas más apreciadas en toda la región. Su historia refleja la esencia de la cocina gallega: ingredientes sencillos, sabores intensos y una fuerte conexión con la tradición.

Preparación de la zorza gallega

Ingredientes:

• 500 g de carne de cerdo (preferentemente magro de cerdo)
• 2 dientes de ajo
• 1 cucharada de pimentón dulce
• 1 cucharadita de pimentón picante (opcional)
• 1 cucharadita de orégano
• 100 ml de vino blanco
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite de oliva

Paso a paso:

1. Preparar el adobo: Picar los ajos y mezclarlos con el pimentón, el orégano, la sal, la pimienta y el vino blanco en un recipiente.
2. Marinar la carne: Cortar la carne de cerdo en trozos pequeños y mezclar con el adobo. Tapar y dejar marinar en la nevera durante al menos 12 horas para que absorba bien los sabores.
3. Cocinar la zorza: En una sartén con un poco de aceite de oliva, cocinar la carne a fuego medio-alto hasta que esté dorada y bien cocida.
4. Servir: Tradicionalmente, la zorza se acompaña con patatas fritas o pan de pueblo, ideal para absorber los jugos del adobo.

Este plato es un clásico en los bares y tabernas de Galicia, donde suele servirse como tapa junto con un buen vino o una caña de cerveza. Su sabor potente y su preparación sencilla lo convierten en una de las recetas más queridas de la cocina gallega.