El queso fundido al tequila tiene su origen en la cocina mexicana contemporánea, como una evolución del clásico queso fundido, una preparación popular del norte de México elaborada con quesos que se derriten fácilmente y se sirven bien calientes.

El queso fundido tradicional nació como comida de cantina y acompañamiento para tortillas, ideal para compartir. Con el tiempo, la creatividad culinaria incorporó ingredientes locales y simbólicos, y el tequila, bebida emblema de México, comenzó a usarse para realzar el sabor y aportar carácter. Así surgió esta versión más intensa y aromática, asociada a celebraciones, parrillas y cocina tex-mex, que luego se difundió internacionalmente.

Ingredientes:

• Queso que funda bien (Oaxaca, Chihuahua, mozzarella o cuartirolo)

• Tequila blanco o reposado

• Manteca o aceite

• Cebolla picada

• Ají picado o chile (opcional)

• Sal y pimienta

• Cilantro fresco (opcional)

Preparación:

1. Derretir la manteca o calentar el aceite en una sartén.

2. Rehogar la cebolla hasta que esté transparente y, si se desea, agregar el ají.

3. Incorporar el queso en trozos y cocinar a fuego bajo hasta que comience a fundirse.

4. Añadir el tequila y mezclar suavemente para integrar el sabor y evaporar el alcohol.

5. Condimentar y servir bien caliente, con cilantro por encima si se desea.

¿En qué comidas se suele usar el queso fundido al tequila?

• Nachos y tortillas de maíz

• Tacos y quesadillas

• Carnes a la parrilla

• Papas fritas o papas rústicas

• Vegetales grillados

• Entradas para compartir

Potente, envolvente y con identidad propia, el queso fundido al tequila es una salsa caliente que representa la fusión entre tradición y atrevimiento, ideal para quienes buscan sabores intensos y platos con personalidad.