COCINA PARA TODOS
20 de diciembre de 2025
Ragú de ternera tradicional: el corazón lento y sabroso de la cocina italiana

Un guiso profundo y reconfortante que transforma cortes humildes en una salsa intensa, perfecta para pastas, lasañas y platos de cuchara.
Historia del ragú de ternera
El ragú es uno de los pilares de la cocina italiana y un claro ejemplo de la filosofía del tempo lento en la gastronomía. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando en el norte de Italia —especialmente en Emilia-Romaña— se comenzaron a preparar guisos de carne cocidos durante largas horas para ablandar cortes duros y concentrar sabores.
La palabra ragú proviene del francés ragoût, que hacía referencia a guisos sustanciosos destinados a “reavivar el apetito”. Italia adoptó el concepto y lo convirtió en una salsa compleja, donde la carne es protagonista y el tomate acompaña sin dominar.
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El ragú de ternera tradicional nació en ámbitos rurales y familiares, donde se cocinaba los domingos o en celebraciones importantes. No era una salsa rápida: requería paciencia, fuego bajo y tiempo. Cada familia tenía su versión, con pequeñas variaciones, pero siempre respetando la esencia: carne bien sellada, sofrito aromático y cocción prolongada.
Con la inmigración italiana, el ragú llegó al Río de la Plata y se integró de forma natural a la mesa argentina, convirtiéndose en un clásico para acompañar tallarines, ñoquis y pastas caseras. Más que una receta, el ragú es una herencia cultural transmitida de generación en generación.
Ingredientes (para 4 a 6 porciones)
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700 g de ternera (paleta, roast beef o aguja), cortada a cuchillo o picada gruesa
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2 cucharadas de aceite de oliva
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1 cebolla grande picada
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1 zanahoria picada fina
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1 rama de apio picada
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2 dientes de ajo
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1 vaso de vino tinto
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400 g de tomate triturado
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1 cucharada de extracto de tomate (opcional)
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1 hoja de laurel
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Sal y pimienta a gusto
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Caldo de carne (cantidad necesaria)
Preparación
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Calentar el aceite de oliva en una olla de fondo grueso.
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Sellar la ternera a fuego medio-alto hasta que esté bien dorada. Retirar y reservar.
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En la misma olla, rehogar la cebolla, la zanahoria y el apio a fuego medio hasta que estén tiernos.
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Agregar el ajo picado y cocinar brevemente.
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Incorporar la carne nuevamente y desglasar con el vino tinto. Cocinar unos minutos hasta que evapore el alcohol.
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Añadir el tomate triturado, el extracto de tomate, la hoja de laurel, sal y pimienta.
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Agregar caldo apenas hasta cubrir la preparación.
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Cocinar a fuego bajo, semi tapado, durante 2 a 3 horas, revolviendo ocasionalmente, hasta que la carne esté muy tierna y la salsa espesa.
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Rectificar condimentos y retirar el laurel antes de servir.
Cómo servirlo
El ragú de ternera tradicional se disfruta mejor con pastas largas como tallarines o pappardelle, aunque también es ideal para lasañas, ñoquis o incluso como relleno de empanadas o canelones.
El ragú no es solo una salsa: es tiempo, paciencia y memoria culinaria. Un plato que demuestra que, en la cocina, lo simple y bien hecho nunca pasa de moda.










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