La Confederación General del Trabajo (CGT) definió por unanimidad convocar a una movilización para el jueves 18 de diciembre en Plaza de Mayo, en rechazo a la reforma laboral presentada por el Gobierno de Javier Milei. La medida surgió durante la primera reunión del consejo directivo del nuevo triunvirato, luego de que los dirigentes concluyeran que el proyecto oficial “no contiene un solo artículo favorable para los trabajadores y trabajadoras”.

El texto definitivo de la iniciativa se conoció tras el regreso del Presidente de su viaje a Noruega. Los dirigentes sindicales señalaron que las disposiciones más cuestionadas, presentes en los borradores previos, se mantienen sin modificaciones en el articulado final. Antes de la sesión formal, cada sector de la CGT evaluó el proyecto junto a sus equipos legales y coincidió en que la organización debía tomar una postura activa frente a lo que califican como un retroceso en derechos laborales.

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Durante la mañana, los distintos espacios internos de la central mantuvieron reuniones paralelas en la sede de Azopardo. En esos encuentros se consolidó la idea de salir a la calle, impulsada en parte por Cristian Jerónimo, quien insistió en que la CGT no podía permanecer inmóvil. La propuesta de realizar la concentración en Plaza de Mayo fue acercada por el dirigente estatal Andrés Rodríguez (UPCN).

Al iniciarse la reunión del consejo directivo, la convocatoria ya contaba con consenso. Los dirigentes coincidieron en la necesidad de una acción pública de magnitud, aunque descartaron por ahora la posibilidad de un paro nacional. En cambio, resolvieron activar a las 80 regionales que la CGT tiene en todo el país para que trabajen con gobernadores y legisladores en el rechazo al proyecto.

El vocero del triunvirato, Jorge Sola, describió las tres líneas de acción que la central llevará adelante. La primera será la gestión política, con reuniones y contactos directos con senadores, diputados, gobernadores y funcionariado provincial para argumentar por qué la reforma no debe avanzar. La segunda línea será la acción judicial, mediante la presentación de recursos y planteos de inconstitucionalidad frente a artículos que consideran regresivos y contrarios al derecho del trabajo. La tercera línea será la movilización territorial, con debates y acciones coordinadas en todas las regionales del país.

Rodríguez, de UPCN, advirtió que el texto oficial “ataca la estructura sindical y modifica de manera profunda los derechos colectivos e individuales de las trabajadoras y trabajadores”. En esa línea, sostuvo que la CGT inicia con esta decisión “un plan de acción frente a la unilateralidad del Gobierno”.

La marcha del 18 de diciembre promete ser numerosa, ya que contará no solo con las columnas de la CGT sino también con las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), lideradas por Hugo Yasky y Hugo Godoy, que anunciaron su adhesión y convocaron a sus bases a movilizar. También llamaron a replicar la protesta en plazas de todo el país.

Por su parte, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA y único dirigente sindical que integró la mesa del Consejo de Mayo, afirmó que “comienza una etapa de defensa y resistencia”, anticipando que la confrontación con el Ejecutivo se profundizará si el proyecto avanza en el Congreso.