La inflación en la Ciudad de Buenos Aires volvió a mostrar un repunte en noviembre. El Índice de Precios al Consumidor porteño avanzó 2,4% y confirmó que el freno inflacionario aún no logra consolidarse, especialmente en los rubros vinculados a vivienda, alimentos y transporte.

El sector Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles volvió a ser el principal impulsor del aumento general. Subió 2,5% y aportó casi medio punto al índice mensual. El incremento estuvo motorizado por alzas en alquileres y expensas, junto con nuevas actualizaciones en tarifas de electricidad y gas que profundizaron la presión sobre los hogares porteños.

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El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un avance de 2,2%, con fuertes aumentos en carnes, frutas y panificados. Las verduras mostraron una caída, pero no lograron compensar el resto de las subas, por lo que el consumo básico volvió a encarecerse en la Ciudad.

El transporte también evidenció una suba significativa de 2,9%, empujada por incrementos en combustibles, lubricantes y automóviles. En paralelo, los rubros vinculados al turismo y el ocio se destacaron con aumentos importantes: Restaurantes y hoteles creció 2,7%, mientras que Recreación y cultura avanzó 4% por ajustes en paquetes turísticos y servicios recreativos.

El informe también mostró una brecha creciente entre bienes y servicios. Mientras los bienes aumentaron 2,3%, los servicios treparon 2,5% y acumulan un incremento anual muy superior, reflejado en mayores costos de educación, salud privada, alquileres y tarifas de servicios esenciales.

A pesar de que la inflación interanual se redujo a 32,6%, el dato de noviembre evidencia que los precios siguen bajo presión en el ámbito porteño. Con vivienda, alimentos y transporte liderando las subas, la canasta básica continúa encareciéndose y el escenario inflacionario se mantiene lejos de estabilizarse.