La inestabilidad cambiaria y financiera volvió a golpear este viernes. Tras un inicio positivo, los bonos argentinos viraron hacia fuertes caídas y arrastraron al riesgo país hasta los 1.463 puntos, su nivel más alto en meses. El derrumbe fue liderado por títulos como el AL29D, que retrocedió hasta 2,6%, mientras que el índice MERVAL bajó 1,6% y los ADRs en Nueva York cerraron con mayoría de bajas.

El temblor financiero se produce pese a los intentos del ministro de Economía, Luis Caputo, por llevar tranquilidad al mercado con la promesa de que el Gobierno cumplirá todos los vencimientos de deuda. Sin embargo, las palabras no lograron frenar la presión sobre el dólar ni la desconfianza en la política económica.

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En el frente cambiario, el Banco Nación fijó el dólar oficial en $1.465 para la compra y $1.515 para la venta, con un incremento de $20 respecto al jueves. En el segmento mayorista se ubicó entre $1.466 y $1.475, alcanzando el techo de la banda establecida por el Banco Central.

Las cotizaciones financieras también mostraron un fuerte avance: el MEP se negoció a $1.534, el Contado con Liquidación escaló a $1.548 y el dólar blue trepó a $1.515 en cuevas y mercados paralelos. El promedio en los bancos para operaciones minoristas se mantuvo en torno a los $1.520.

En medio del clima de tensión, el ex viceministro de Economía Gabriel Rubinstein cuestionó la estrategia cambiaria y sugirió la salida de Caputo. Según explicó, las reservas disponibles son insuficientes para sostener el tipo de cambio y advirtió que la situación se encamina hacia un “game over” financiero.

Rubinstein señaló que “la política cambiaria fracasó” y llamó al presidente Javier Milei a tomar decisiones drásticas, incluso si eso implicara reemplazar a su equipo económico. Para respaldar su postura, recordó que durante la presidencia de Carlos Menem varios ministros de Economía fueron removidos hasta la llegada de Domingo Cavallo, que permitió estabilizar el escenario.

Con este panorama, la semana cierra en medio de un marcado nerviosismo en los mercados, la escalada del dólar y la expectativa de nuevas intervenciones del Banco Central para frenar una corrida que amenaza con profundizar la crisis económica.