Historia del arroz con pollo

El arroz con pollo es un plato de origen hispano que se popularizó en toda Iberoamérica. Su raíz está vinculada a la paella española, en la que el pollo reemplazaba a los mariscos en zonas alejadas de la costa.

Con la colonización, la receta viajó a América, donde adoptó ingredientes locales: en el Caribe se sumó el achiote para darle color, en Perú se incorporó la cerveza negra, y en Argentina y Uruguay se combinó con pimientos y arvejas. Su éxito se debe a la simplicidad de la cocción en una sola olla, donde el arroz absorbe todos los jugos y especias, logrando un sabor único.

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Ingredientes (para 4 personas)

• 4 muslos de pollo (o 1 pollo en presas)

• 2 tazas de arroz (tipo largo fino o doble carolina)

• 1 cebolla grande

• 1 morrón rojo

• 1 zanahoria

• 1 taza de arvejas

• 3 tomates maduros o 1 taza de puré de tomate

• 4 tazas de caldo de pollo

• 2 dientes de ajo

• 1 hoja de laurel

• 1 cucharadita de pimentón dulce

• Aceite de oliva

• Sal y pimienta a gusto

• Opcional: un chorrito de vino blanco o cerveza

Preparación paso a paso

1. Sellar el pollo: En una olla grande, calentar aceite y dorar las presas de pollo hasta que queden bien selladas. Retirar y reservar.

2. Sofrito aromático: En la misma olla, sofreír la cebolla, el ajo, el morrón y la zanahoria bien picados. Añadir el pimentón y revolver.

3. Incorporar tomates: Agregar los tomates rallados o el puré, cocinar unos minutos hasta que se forme una salsa espesa.

4. Cocción del arroz: Incorporar el arroz, mezclar bien con el sofrito y luego sumar el pollo nuevamente.

5. Agregar caldo y condimentos: Verter el caldo caliente, añadir el laurel y un toque de vino blanco o cerveza si se desea. Cocinar a fuego medio, tapado, unos 20 minutos.

6. Finalizar con las arvejas: A mitad de cocción, sumar las arvejas. Rectificar sal y pimienta.

7. Reposo y servicio: Apagar el fuego, dejar reposar tapado 5 minutos y servir caliente.

El arroz con pollo es uno de esos platos que combinan lo mejor de la cocina casera: economía, practicidad y sabor. Perfecto para compartir en familia, admite infinitas variantes regionales y siempre sorprende con su aroma inconfundible.