Historia del Malfatti

El nombre Malfatti significa literalmente “mal hechos” en italiano, y hace referencia a su forma irregular y rústica. Son un tipo de pasta fresca, similares a los ñoquis, que se preparan con verduras (espinaca, acelga o calabaza) mezcladas con ricotta y harina.

Originarios de la región de Toscana, estos bocados eran una forma de aprovechar excedentes de verduras y quesos. Aunque su forma no es perfecta, su sabor y textura los convirtieron en un favorito de la cocina italiana tradicional, y hoy se sirven con manteca y salvia, salsa de tomate o incluso con crema y queso rallado.

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Ingredientes (para 4 personas)

• 250 g de ricotta

• 200 g de espinacas o acelga cocidas y escurridas

• 1 huevo

• 70 g de harina (aproximadamente)

• 50 g de queso parmesano rallado

• Sal y pimienta a gusto

• Nuez moscada (opcional)

• Manteca y hojas de salvia para servir

Preparación paso a paso

1. Preparar las verduras: Cocinar las espinacas o acelga, escurrir muy bien y picar finamente. Mezclar con la ricotta, el huevo, el parmesano, sal, pimienta y nuez moscada.

2. Formar la masa: Agregar harina de a poco hasta obtener una masa húmeda pero manejable. La cantidad de harina puede variar según la humedad de la ricotta y las verduras.

3. Dar forma a los Malfatti: Con las manos, formar pequeñas bolitas alargadas o irregulares de unos 3-4 cm. No te preocupes por la perfección: ¡esa es la gracia del nombre!

4. Cocinar: Hervir abundante agua con sal. Cocinar los Malfatti por tandas durante 2-3 minutos, hasta que suban a la superficie.

5. Servir: Escurrir y saltear brevemente en manteca con hojas de salvia o servir con tu salsa favorita, espolvoreando más queso parmesano.

Irresistiblemente suaves

Los Malfatti son un ejemplo de cómo la cocina italiana convierte la simplicidad en un plato inolvidable. Su textura cremosa y su sabor delicado los hacen ideales para una comida familiar, un almuerzo especial o una cena reconfortante.