El pollo a la provenzal debe su nombre a Provenza, una región del sur de Francia famosa por su cocina fresca, rústica y muy perfumada. La gastronomía provenzal se caracteriza por el uso generoso de ajo, aceite de oliva, tomates, vino blanco y hierbas aromáticas como el tomillo, el romero y el laurel —lo que hoy conocemos como "hierbas provenzales".

Si bien en Francia esta receta puede llevar aceitunas, vino o incluso papas, en América Latina el pollo a la provenzal se popularizó con un perfil más simple pero sabrosísimo: pollo dorado con ajo, perejil y limón. Una receta humilde, rápida y cargada de sabor que se ganó un lugar fijo en muchas cocinas familiares.

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Ingredientes (para 4 personas)

• 4 patas-muslo de pollo (o el corte que prefieras)

• 4 dientes de ajo

• Un manojo de perejil fresco

• Jugo de 1 limón

• 100 ml de aceite de oliva

• Sal y pimienta a gusto

• (Opcional: un chorrito de vino blanco o caldo)

Preparación paso a paso

1. Marinar el pollo (opcional): Si tenés tiempo, podés marinar el pollo con jugo de limón, ajo picado, sal, pimienta y aceite de oliva por al menos 30 minutos en la heladera. Esto intensifica el sabor.

2. Dorar el pollo: En una sartén grande o cacerola, calentá el aceite de oliva y dorá el pollo de ambos lados hasta que tenga un tono dorado y crocante. Si usás vino o caldo, podés incorporarlo en este paso para desglasar y aportar jugosidad.

3. Agregar la provenzal: Mientras el pollo se termina de cocinar, picá el ajo y el perejil bien finitos. Mezclalos con un poco de aceite y agregalos sobre el pollo en los últimos minutos de cocción para que liberen su aroma sin quemarse.

4. Servir: Rociá con el jugo de limón o vinagre al final y serví caliente. Acompañalo con papas al horno, arroz blanco o una ensalada fresca.

El pollo a la provenzal es un plato que mezcla lo mejor de dos mundos: la tradición europea y el toque casero latinoamericano. Económico, fácil de preparar y tan sabroso que vas a querer repetir.