La salsa carbonara es una de las recetas más emblemáticas de la cocina italiana, pero su origen exacto aún genera debates. A diferencia de otras salsas con raíces antiguas, la carbonara es relativamente moderna y se cree que nació en el siglo XX.

Una de las teorías más difundidas es que la receta apareció en Roma durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados estadounidenses llevaban consigo raciones de huevo en polvo y panceta. Los cocineros italianos habrían combinado esos ingredientes con pasta, creando así una preparación que luego se refinó hasta convertirse en la carbonara que conocemos hoy.

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El nombre "carbonara" posiblemente deriva de "carbonari" (carboneros), quienes habrían consumido esta comida por ser nutritiva y fácil de preparar. Otra versión sugiere que el nombre proviene del uso generoso de pimienta negra, que recuerda al carbón molido.

Hoy en día, la receta tradicional se hace sin crema, solo con huevos, queso (generalmente Pecorino Romano), guanciale (o panceta) y pimienta negra. La carbonara se ha convertido en un ícono global, aunque en muchos lugares se la adapta con crema, cebolla o incluso arvejas, algo que los puristas italianos miran con recelo.

Ingredientes:

• 400 g de fideos (spaghetti o rigatoni)

• 150 g de panceta o guanciale

• 3 yemas de huevo

• 1 huevo entero

• 80 g de queso Pecorino Romano (o parmesano) rallado

• Pimienta negra molida a gusto

• Sal (solo para el agua de cocción)

Preparación:

1. Cociná la pasta en agua con sal hasta que esté al dente.

2. Mientras tanto, cortá la panceta en cubos y dorala en una sartén sin aceite, hasta que quede crocante. Reservá.

3. En un bol, mezclá las yemas, el huevo entero, el queso rallado y bastante pimienta negra.

4. Escurrí la pasta, reservando un poco del agua de cocción.

5. Agregá la pasta caliente a la sartén con la panceta. Retirá del fuego.

6. Incorporá la mezcla de huevo y queso, y mezclá rápido para que no se coagule. Si hace falta, sumá un chorrito del agua caliente para lograr una textura cremosa.

7. Serví enseguida con más queso y pimienta por arriba.

Tip: ¡Nunca uses crema! La carbonara tradicional se liga solo con el calor de la pasta y los huevos.