La salsa parisienne es una variación de la clásica salsa béchamel, que se caracteriza por su cremosidad y un toque delicado de sabor. Su origen se encuentra en la cocina francesa, donde las salsas blancas como la béchamel son fundamentales. La salsa parisienne se popularizó en la región de París durante el siglo XIX, especialmente en la cocina más refinada y en los restaurantes que buscaban sofisticar platos tradicionales.

Su preparación incluye ingredientes simples, como crema de leche, champiñones, jamón y, a veces, queso rallado, lo que le da una textura más rica y sabrosa. Aunque es un clásico en la gastronomía francesa, su versatilidad ha permitido que se utilice en diversas variantes a lo largo de los años, especialmente para acompañar pastas, carnes blancas y verduras.

ÚNETE A NUESTRO INSTAGRAM.

👉   https://www.instagram.com/nce.oficial

Ofrecemos lo más relevante en noticias. 

Ingredientes:

• 200 ml de crema de leche

• 100 g de jamón cocido en tiras

• 100 g de champiñones en láminas

• 1 cda de manteca

• 1 cda de harina

• 100 ml de caldo de pollo o leche

• Sal, pimienta y nuez moscada a gusto

Preparación:

1. En una sartén, derretir la manteca y saltear los champiñones hasta que se doren.

2. Agregar el jamón en tiras y cocinar por 2 minutos.

3. Espolvorear la harina, mezclar bien y añadir el caldo o leche, removiendo hasta espesar.

4. Incorporar la crema de leche y condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.

5. Cocinar a fuego bajo por unos minutos y servir caliente sobre pastas o carnes. ¡Exquisita!

La salsa parisienne se utiliza comúnmente en varios platos de la cocina francesa, y su sabor suave y cremoso la hace ideal para acompañar diferentes tipos de alimentos. Algunos de los platos donde se suele usar la salsa parisienne incluyen:

1. Pasta: Especialmente en platos de pasta rellena, como raviolis o tortellinis, debido a su textura rica y cremosa.

2. Carnes blancas: Es ideal para acompañar pollo o pavo, ya que complementa bien su sabor sin opacarlo.

3. Verduras al vapor o asadas: La salsa parisienne también es perfecta para aderezar verduras como el brócoli, las zanahorias o las alcachofas.

4. Pescado: En especial pescados blancos como el bacalao o la merluza, donde la suavidad de la salsa no compite con el sabor del marisco.

5. Croquetas o empanadas: Puede utilizarse como un relleno cremoso o acompañante de croquetas o empanadas, especialmente aquellas que incluyen pollo o jamón.

6. Huevos: Es deliciosa con huevos cocidos, particularmente en platos como huevos benedictinos o tortillas.

Gracias a su versatilidad, la salsa parisienne es apreciada en la cocina por ser un toque sofisticado en una amplia gama de platos.