LAS MIL Y UNA SALSA
18 de mayo de 2025
Salsa tártara casera: cómo hacerla cremosa y con el equilibrio justo

Ideal para acompañar pescados, papas o sandwiches, la salsa tártara se hace en minutos y le da un toque gourmet a cualquier plato.
La salsa tártara tiene sus raíces en la cocina francesa, aunque su nombre hace referencia a los pueblos tártaros de Europa del Este y Asia Central. Se cree que los franceses la bautizaron así por asociación con lo “exótico” o extranjero, ya que esta salsa, a base de mayonesa, incorporaba ingredientes poco habituales en la época, como pepinillos y alcaparras.
Originalmente fue una forma de enriquecer la mayonesa básica con sabores ácidos y crocantes, para acompañar sobre todo carnes frías y pescados. Con el tiempo, se volvió un clásico de la gastronomía europea y mundial, especialmente popular como salsa para frituras y sandwiches. Hoy es sinónimo de frescura y contraste, ideal para realzar platos con su sabor vibrante y textura cremosa.
ÚNETE A NUESTRO FACEBOOK.
👉 https://www.facebook.com/noticiasconenfoque
Ofrecemos lo más relevante en noticias.
Ingredientes:
-
1 taza de mayonesa
-
1 cucharada de mostaza
-
1 cucharada de jugo de limón
-
2 cucharadas de pepinillos picados
-
1 cucharada de alcaparras picadas
-
1 cucharada de cebolla o echalote finamente picada
-
1 cucharada de perejil fresco picado
-
Sal y pimienta a gusto
Preparación (paso a paso):
-
En un bowl, colocar la mayonesa, la mostaza y el jugo de limón.
-
Mezclar hasta que quede una base homogénea.
-
Agregar los pepinillos, las alcaparras, la cebolla o echalote y el perejil, todo bien picado.
-
Volver a mezclar para integrar bien todos los ingredientes.
-
Condimentar con sal y pimienta a gusto.
-
Tapar y llevar a la heladera por al menos 15 minutos para que se integren los sabores.
-
Servir fría como dip o acompañamiento.
La salsa tártara se usa en muchas preparaciones, especialmente para acompañar comidas fritas o frías. Algunas de las más comunes son:
- Pescados fritos o al horno – como merluza, corvina o lenguado.
- Mariscos – camarones, calamares o rabas.
- Milanesas o supremas de pollo – especialmente en sándwiches o como dip.
- Papas fritas o papas al horno – como alternativa a la mayonesa o ketchup.
- Sándwiches de fiambre o de carne fría – como roast beef o pastrón.
- Huevos duros o rellenos – para sumar sabor y cremosidad.
- Ensaladas de papa o de atún – mezclada con los ingredientes o como aderezo.
Es una salsa versátil, ideal para dar un toque ácido y cremoso a platos sencillos o para levantar preparaciones más elaboradas. A disfrutar.
Seguinos