COCINA PARA TODOS
5 de abril de 2025
Pollo a la Mostaza: Receta Express para Sorprender en la Cena

Conocé sobre su historia y aprende a preparar este rico plato que se puede realizar en poco tiempo.
El pollo a la mostaza es uno de esos platos sencillos pero elegantes que han conquistado mesas de todo el mundo. Aunque su preparación puede parecer moderna, su historia está profundamente ligada a la tradición culinaria europea, especialmente a la cocina francesa.
La historia del pollo a la mostaza no se puede entender sin hablar primero de la mostaza en sí. Este condimento, elaborado a partir de semillas de mostaza molidas y mezcladas con vinagre, agua o vino, era ya conocido en la antigua Roma. Los romanos lo usaban para realzar el sabor de carnes y pescados. Sin embargo, fue en la Edad Media, particularmente en la región francesa de Dijon, donde la mostaza adquirió el prestigio que mantiene hasta hoy.
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Durante los siglos XVII y XVIII, en Francia, comenzaron a surgir recetas más elaboradas donde la mostaza se incorporaba a salsas para acompañar carnes blancas como el pollo o el conejo. La mostaza de Dijon, con su sabor fuerte y refinado, se convirtió en la estrella de estas preparaciones. La combinación de crema y mostaza para formar una salsa suave y sabrosa fue un avance típico de la gastronomía francesa clásica, orientada a lograr platos intensos pero equilibrados.
Aunque no hay una fecha exacta de "invención", se cree que el pollo a la mostaza tal como lo conocemos hoy se popularizó en el siglo XIX. La receta básica consistía en dorar piezas de pollo, desglasar la sartén con vino blanco, y luego cocinar el ave en una mezcla de crema y mostaza, a menudo acompañada de hierbas como el estragón o el tomillo.
El plato se ganó rápidamente un lugar en las cocinas hogareñas por su sencillez, su sabor intenso y su capacidad para combinarse bien con guarniciones como arroz, papas o vegetales al vapor. Además, su preparación permitía aprovechar ingredientes cotidianos sin necesidad de técnicas demasiado complicadas.
Con el tiempo, el pollo a la mostaza traspasó las fronteras de Francia y fue adoptado en distintas partes del mundo, adaptándose a los gustos locales: algunas versiones usan mostazas más suaves, otras incorporan miel para un toque agridulce, y en países latinoamericanos se popularizó una variante con crema más espesa y mostaza tipo americana.
Ingredientes:
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4 presas de pollo (muslos, pechugas o la parte que prefieras)
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2 cucharadas de mostaza si es de Dijon mejor pero sino cualquiera.
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200 ml de crema de leche
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1/2 taza de caldo de pollo o vino blanco seco
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2 dientes de ajo picados
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1 cucharada de manteca
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1 cucharada de aceite de oliva
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Sal y pimienta a gusto
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Hierbas frescas (estragón, perejil o tomillo) para decorar (opcional)
Preparación:
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Preparar el pollo:
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Salpimentá las piezas de pollo.
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En una sartén grande, calentá el aceite de oliva con la manteca a fuego medio.
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Dorá el pollo de ambos lados hasta que quede bien sellado (unos 3-4 minutos por lado). Retirá y reservá.
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Preparar la salsa:
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En la misma sartén, agregá el ajo picado y saltealo unos segundos hasta que largue su aroma.
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Desglasá la sartén con el vino blanco o el caldo de pollo, rascando el fondo para levantar todos los sabores.
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Incorporá la mostaza y mezclá bien.
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Cocinar:
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Volvé a poner el pollo en la sartén.
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Bajá el fuego y tapá, dejando cocinar unos 15 a 20 minutos (hasta que el pollo esté bien cocido).
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Finalizar con crema:
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Añadí la crema de leche y mezclá suavemente.
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Cociná 5 minutos más, sin hervir fuerte, hasta que la salsa espese un poco.
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Servir:
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Emplatá el pollo con la salsa bien cremosa por encima.
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Acompañalo con pure de papas, arroz, papas al horno o una buena ensalada.
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