Historia de la Salsa de Curry

La salsa de curry tiene sus raíces en la India, donde el término "curry" se refiere a una gran variedad de platos especiados con diferentes mezclas de hierbas y especias. La palabra proviene del término tamil kari, que significa "salsa" o "adobo".

El curry se popularizó en Occidente gracias a la colonización británica de la India en los siglos XVIII y XIX. Durante este período, los británicos adaptaron los sabores y crearon versiones simplificadas con mezclas de especias en polvo, que dieron origen a la salsa de curry que conocemos hoy.

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En la actualidad, la salsa de curry ha evolucionado en distintas variantes a nivel mundial. En la cocina india, se elabora con una base de tomates, yogur o crema de coco y se combina con especias como cúrcuma, comino, cilantro y jengibre. En la cocina japonesa, el karē es más suave y espeso, mientras que en Tailandia se utilizan pastas de curry con chiles y leche de coco.

Hoy en día, la salsa de curry es un clásico de la gastronomía internacional, utilizada en platos de carne, vegetales, arroces y fideos, aportando un sabor intenso y exótico.

Ingredientes:

• 2 cucharadas de aceite o mantequilla
• 1 cebolla picada
• 2 dientes de ajo picados
• 1 cucharadita de jengibre rallado
• 2 cucharadas de curry en polvo
• 1 cucharadita de cúrcuma (opcional)
• 200 ml de leche de coco o crema de leche
• 100 ml de caldo de pollo o vegetal
• Sal y pimienta al gusto

Preparación:

1. En una sartén, calentar el aceite o la mantequilla a fuego medio.
2. Sofreír la cebolla hasta que esté transparente, luego añadir el ajo y el jengibre.
3. Incorporar el curry y la cúrcuma, removiendo para potenciar los aromas.
4. Agregar la leche de coco o crema y el caldo, mezclando bien.
5. Cocinar a fuego bajo por 5-10 minutos hasta que espese.
6. Ajustar la sal y la pimienta al gusto.

En qué comidas se puede usar la salsa de curry tradicional

La salsa de curry tradicional es versátil y puede realzar una gran variedad de platos. Aquí algunas opciones donde se utiliza comúnmente:

1. Pollo al curry – Un clásico de la cocina india y británica, donde el pollo se cocina en una salsa espesa y especiada con arroz como acompañamiento.

2. Arroz al curry – Se puede mezclar con arroz basmati o jazmín, añadiendo vegetales y proteínas como garbanzos o tofu para una opción vegetariana.

3. Curry de mariscos – Gambas, langostinos o pescado blanco combinan muy bien con la cremosidad y el aroma especiado del curry.

4. Verduras al curry – Berenjenas, calabacines, zanahorias y patatas absorben perfectamente los sabores del curry en guisos o salteados.

5. Curry de lentejas (Dal) – Un plato muy popular en la India, en el que las lentejas se cocinan con una mezcla de especias y salsa de curry para obtener una textura suave y reconfortante.

6. Curry japonés (Karē Raisu) – Una versión más espesa y suave del curry tradicional, servido con arroz y acompañado de carne o verduras.

7. Sopas y cremas – La salsa de curry puede enriquecer sopas a base de calabaza, zanahoria o coco, dándoles un toque exótico y especiado.

8. Pasta y fideos asiáticos – Se puede mezclar con fideos de arroz o de trigo, agregando pollo, camarones o tofu para un plato con inspiración tailandesa o vietnamita.

9. Salsas para dips – Combinada con yogur o crema de coco, la salsa de curry se convierte en un aderezo perfecto para acompañar panes como naan o crudités.

10. Empanadas o rellenos – Se puede incorporar en empanadas, samosas o pasteles de carne para añadir un sabor intenso y aromático.

La salsa de curry es una excelente opción para experimentar con diferentes ingredientes y culturas gastronómicas, aportando profundidad y calidez a cualquier preparación.