El Senado resolvió la expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, representante de Unidad Federal, luego de que fuera hallado en Paraguay con 211 mil dólares sin declarar. La votación alcanzó los dos tercios necesarios, con 61 votos a favor, cinco en contra, una abstención y cuatro ausencias, incluyendo la del propio Kueider.

La decisión se tomó tras intensas negociaciones entre los bloques. El peronismo, junto a la Unión Cívica Radical y un sector del PRO, coincidió en la remoción del legislador. Sin embargo, el pedido de desafuero impulsado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado no logró el respaldo necesario, en gran parte por la postura de La Libertad Avanza, que finalmente se inclinó por apoyar la expulsión.

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En declaraciones previas al medio La Nación, Kueider cuestionó duramente la medida y calificó el procedimiento como una violación de sus derechos: “Están vulnerando principios constitucionales como el derecho a la legítima defensa”.

El escándalo involucró al senador, aliado del oficialismo, en un operativo fronterizo en el que fue detenido por las autoridades paraguayas con el dinero sin declarar. Este episodio desencadenó fuertes críticas de los bloques opositores, que presionaron por una resolución tajante en el Senado.

En paralelo, la sesión abordó la situación del senador Oscar Parrilli, procesado por su participación en el Memorándum con Irán. Sin embargo, el oficialismo no logró los votos necesarios para avanzar con su suspensión, lo que llevó a levantar la sesión.

El caso Kueider dejó expuestas las divisiones y tensiones en la Cámara alta, donde las alianzas circunstanciales y los cambios de postura marcaron el ritmo del debate. La expulsión del legislador entrerriano, finalmente, fue presentada como un gesto de contundencia frente a conductas incompatibles con la función pública.