El pollo al ajillo es un plato tradicional de la gastronomía española, conocido por su sabor robusto y reconfortante. Su historia se remonta a siglos atrás, cuando era una comida común entre los campesinos de la región de Castilla-León, en España.

Originalmente, este plato se preparaba con ingredientes básicos y económicos fácilmente disponibles en las zonas rurales. Consistía en trozos de pollo dorados en aceite de oliva junto con ajos enteros, que le proporcionaban un sabor intenso y aromático.

El método de preparación era sencillo: el pollo se cocinaba lentamente en una sartén con aceite caliente, permitiendo que los ajos se doraran lentamente y liberaran su sabor característico. A menudo, se agregaba un chorrito de vino blanco para potenciar aún más los sabores.

Con el tiempo, el pollo al ajillo se popularizó en toda España y más allá, convirtiéndose en un plato emblemático de la cocina española. Hoy en día, se sirve en restaurantes de todo el mundo y sigue siendo una opción favorita para una comida reconfortante y llena de sabor.

Su historia humilde y su simplicidad en la preparación son parte de su encanto, recordándonos las raíces rurales y tradicionales de la cocina española.

Ingredientes:

• 1kg. de Trozos de pollo (muslos, pechugas) 
• 6 dientes de Ajo
• Aceite de oliva (se puede usar otros aceites e igual queda riquisimo)
• Perejil fresco
• Sal y pimienta al gusto
• Vino blanco (opcional)

Preparación:

1. En una sartén grande, calienta aceite de oliva a fuego medio.
2. Agrega los trozos de pollo y dóralos por todos lados.
3. Añade los ajos enteros y deja que se doren junto con el pollo.
4. Si lo deseas, puedes agregar un chorrito de vino blanco para darle un toque extra de sabor.
5. Cocina hasta que el pollo esté bien cocido y los ajos estén dorados y fragantes.
6. Espolvorea con perejil fresco picado y sirve caliente.
7. Acompaña con pan crujiente para disfrutar al máximo de los sabores del pollo al ajillo.

Pero esto no termina ahi, el pollo al ajillo es un plato versátil que se puede acompañar con una variedad de opciones para complementar su sabor. Aquí tienes algunas sugerencias:

1. Pan crusty: El pan crujiente es perfecto para remojar en la deliciosa salsa de ajillo.
2. Arroz blanco: El arroz blanco es un acompañamiento clásico que absorbe los sabores del pollo y el ajillo.
3. Papas al horno: Las papas asadas o al horno complementan muy bien el pollo al ajillo y pueden cocinarse en la misma bandeja para absorber los jugos y sabores.
4. Ensaladas: Una ensalada fresca y crujiente equilibra la riqueza del pollo al ajillo.
5. Verduras salteadas: Las verduras salteadas, como espárragos, champiñones o pimientos, añaden color y sabor fresco al plato.
6. Puré de papas: Un puré de papas suave y cremoso es una opción reconfortante que combina bien con el pollo y su salsa.

Estas son solo algunas ideas, pero la elección del acompañamiento depende del gusto personal y de lo que tengas disponible en tu despensa.

Este plato simple pero lleno de sabor es perfecto para una cena familiar o una ocasión especial. ¡Buen provecho!