EL RECOPILADOR
3 de enero de 2022
El caballo, el tren y la nave espacial.
Un tren del FFCC Urquiza, que utiliza trocha estándar (1,43 m) al igual que los subterráneos de Buenos Aires.
TRENES QUE CUENTAN SU HISTORIA
Si vemos una lanzadera espacial de la NASA en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, EE, UU, , notaremos que tiene dos grandes cohetes laterales unidos al tanque principal de combustible; Se trata de los denominados SRB (Solid Rocket Boosters), que fabrica Thiokol Corp, en su planta industrial de Utah.
Lanzamiento de un cohete, cuyos motores laterales
deben caber en un tren desde su sitio de fabricación hasta la base
de lanzamiento, mediante el uso del común ferrocarril.
Los ingenieros que los diseñaron querían hacerlos más anchos, pero como los SRB son enviados por tren desde la fábrica hasta el centro espacial, las dimensiones de los SRB quedaron condicionadas por el ancho de un túnel ferroviario en las montañas, que atraviesa la línea férrea, que es ligeramente superior al de la vía.
El transporte de dos equipos SRP que forman parte
de una nave espacial son transportados por tren desde
su lugar de fabricación hasta el de la base de lanzamiento.
La trocha (ancho) de las vías ferroviarias en los EE, UU, es de 1,43m, y como se puede apreciar, se trata de un número bastante extraño, tanto en la medida inglesa como en su equivalente en el sistema métrico decimal.
¿Por qué usan esa trocha?
Porque es la trocha que eligieron los ingleses cuando desarrollaron el ferrocarril, y en los EE, UU, los ferrocarriles los construyeron los ingleses.
¿Por qué los ingleses usaban esa trocha?
Porque los primeros ferrocarriles fueron construidos por las mismas personas que habían construido los antiguos tranvías y esa era la trocha que usaban.
¿Y por qué la utilizaban los tranvías?
Porque las hacían con las mismas plantillas y herramientas que se usaban para construir carruajes, los cuales tenían esa separación entre ruedas.
¿De dónde salió esa separación para las ruedas de los carruajes?
De la necesidad de adaptarse a la huella (rodera o rodada) de los caminos ingleses existentes.
Las primeras carreteras de Inglaterra y de Europa fueron construidas por el Imperio Romano para sus legiones, y el tendido de muchas de ellas sigue usándose hasta la actualidad.
Los carros de guerra de las legiones romanas formaron las huellas iniciales, porque nadie anteriormente circuló por allí antes que ellos. Consecuencia de lo cual, cualquier otro carruaje que quisiera pasar por tales carreteras debía hacer coincidir la distancia entre las ruedas con la huella romana, si no quería arriesgarse a romper las ruedas al salirse de la huella, naciendo de esa forma la norma sobre el ancho o trocha.
Carro de guerra romano, cuya distancia entre sus ruedas originó
el ancho de huellas en los caminos, y más tarde
el ancho de trocha en tranvías y ferrocarriles.
La distancia entre las ruedas romanas surgió de la necesidad de acomodar los “traseros” de dos caballos de tiro de la época. Consecuentemente, la trocha ferroviaria standard en los EE, UU, (1,43 m) deriva de las especificaciones originales de los carros de guerra romanos, que a su vez estaban condicionadas por los anchos de los traseros equinos.
Yunta de caballos de tiro cuyos traseros
determinaron el ancho de huellas en caminos
de carruajes y el ancho de trocha de las vías ferroviarias.
Y para la NASA, mientras esto no varíe, las medidas de sus naves espaciales deberán respetar el trasero de los caballos. (A menos alguna vez unifiquen y centralicen, mudando sus fábricas de astronaves, a las proximidades inmediatas a sus bases de lanzamiento…)
Nota:
En Argentina se aplica la trocha media (1,43 m) en la línea del Ex FFCC Urquiza y en los trenes subterráneos de la ciudad de Buenos Aires.
Francisco Álvarez – El Recopilador.
Fuentes: Archivo de El Recopilador y de internet.
Fotos tomadas de internet, créditos a quienes correspondan.
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