TRENES QUE CUENTAN SU HISTORIA.
 

Tras la Conquista del Desierto en 1879, vecino a la Cordillera de los Andes, un fortín queda próximo a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, siendo ello el origen de Cipolletti.
En su entorno comienzan afincarse unos pocos colonizadores. El único transporte mecánico eran unos vaporcitos fluviales ya que nunca se desarrolló el río Negro como una gran vía navegable.

Comenzada la década de 1890, Argentina sentía anticiparse una guerra con Chile por cuestiones de límites sobre la frontera patagónica. Viendo el gobierno argentino la urgente necesidad de contar con un ferrocarril estratégico para llevar rápidamente tropas a la zona, en 1896,  establece un acuerdo con el FERROCARRIL SUD, extendiéndose la vía desde Bahía Blanca, para llegar a Río Colorado en 1897, a Cipolletti en 1899, a Neuquén en 1902, y concluir en Zapala en 1913.

Para esta empresa, era necesario cruzarse el río Neuquén, para lo cual se construye un monumental puente, al que vemos en la siguiente foto del año 1901, en el avance de su construcción desde la costa de Cipolletti, provincia de Río Negro, hacia la costa de la provincia de Neuquén.

La línea debía llegar hasta Chos Malal, entonces sede de la gobernación. En 1902 llega a Confluencia” -de los ríos Limay y Neuquén- faltando unos 400 km. para completar el recorrido, por lo que el gobernador –en 1904- resuelve trasladar su sede de gobierno a Confluencia, donde es fundada la ciudad de Neuquén como la nueva Capital.

  El 12 de septiembre de 1901 el primer tren llega a Neuquén llevado por la locomotora 205,

Beyer Peacock- conducida por el maquinista Henry Green Douglas.

La feliz llegada del ferrocarril a Neuquén representó para la región su integración al país argentino ya que las distancias eran terriblemente abrumadoras. Valga como ejemplo citar esta historia de un encuentro en el vecino país de Chile:  “En 1889, el jefe de la segunda sección del Ministerio del Interior de Chile, Gabriel Carrasco, cuenta que estando en Santiago de Chile se encontró con el coronel Manuel Olascoaga, por entonces gobernador argentino del Neuquén… 
-¡¡Mi coronel!  ¡Cuánto  gusto  verlo  por  aquí!  ¿Y qué de bueno lo ha traído a Santiago?
-¡Vengo de paso para mi gobernación del Neuquén!  -le contestó Olascoaga- 
-¿Cómo? ¿Para ir a Neuquén, usted pasa por Santiago de Chile?  
-¡Así es mi buen amigo, ya que tomando el tren de Buenos Aires a Mendoza, pasando allí la cordillera y repasándola después frente a Neuquén, llego más pronto y descansadamente a mi gobernación que atravesando a caballo las cientos de leguas pampas, desiertos y montañas que la separan de la capital argentina!  -cerró Manuel José Olascoaga-“
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Pero pasan casi 12 años para que por fin el Ferrocarril SUD completase los 193 km de Neuquén a Zapala, a condición de establecer allí su punta de rieles,  negándose a completar los 215 km faltantes hasta Chos Malal,  carente ya de importancia debido al traslado de la sede de Gobierno a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay (nacimiento del río Negro),  porque el  directorio británico, propietario del ferrocarril, determina que esa tierra carece de interés productivo y no valía la pena la carga que podría obtener.
Así en 1913 el tren finalmente llegó y concluyó en Zapala.

La llegada a Zapala del primer tren tras completar un viaje desde
      Constitución -Buenos Aires-  de 1.381 Km. llevado por la Beyer Peacock Nº 42.  

Francisco Álvarez – El recopilador

Fuentes: Archivo de el Recopilador.
Fotos tomadas de internet, créditos a quienes correspondan.
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