Jair Bolsonaro fue arrestado durante la madrugada por la Policía Federal luego de que la Justicia de Brasil decidiera quitarle la prisión domiciliaria. El expresidente se encuentra detenido de manera preventiva en Brasilia, mientras se evalúa su traslado a un establecimiento penitenciario de régimen común.

La decisión judicial estuvo motivada por la sospecha de que Bolsonaro intentó manipular o retirar la tobillera electrónica que debía utilizar como parte de las medidas cautelares. Para los magistrados, esa conducta representó un posible intento de fuga y justificó la medida más severa.

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Bolsonaro había sido condenado en septiembre a 27 años y tres meses de prisión por su participación en el plan que buscó impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en enero de 2023. Aunque la sentencia aún no es firme, la Justicia entendió que existía riesgo procesal suficiente como para avanzar con la detención preventiva.

Desde hace más de tres meses el exmandatario cumplía arresto domiciliario por otra causa, vinculada a su presunta búsqueda de ayuda en Estados Unidos para interferir en las investigaciones en su contra. Su equipo legal reclamaba mantener ese régimen debido a su edad, de 70 años, y a sus problemas de salud recientes, entre ellos un cáncer de piel.

Tras la detención, la Policía Federal informó que Bolsonaro pasó por los exámenes médicos correspondientes y quedó alojado en una dependencia bajo estricta custodia. Mientras tanto, su defensa insiste en que se le restituya la prisión domiciliaria y cuestiona la decisión del juez.

El caso tuvo repercusión internacional. El presidente estadounidense, Donald Trump, aliado político de Bolsonaro, denunció que se trata de una “caza de brujas” y criticó al juez que supervisa el expediente. También recordó que había aplicado sanciones comerciales a Brasil en medio de este conflicto, algunas de las cuales comenzaron a revertirse recientemente.

Bolsonaro permanece ahora a la espera de la próxima resolución judicial, en un escenario donde cada avance del expediente impacta de lleno en la política brasileña y en el tablero internacional.