LAS MIL Y UNA SALSA
19 de octubre de 2025
Salsa de almendras cremosa: un toque suave y diferente para tus comidas

Una salsa rica y cremosa que combina almendras y lácteos para realzar pastas, carnes y vegetales.
La salsa de almendras tiene sus raíces en la cocina mediterránea, especialmente en España e Italia, donde los frutos secos se han usado tradicionalmente para enriquecer guisos, sopas y salsas. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando las almendras eran un ingrediente frecuente en la gastronomía europea por su sabor, versatilidad y capacidad de aportar textura cremosa a los platos sin necesidad de productos animales.
En España, esta salsa se utilizaba para acompañar carnes, aves y pescados, combinando almendras con pan, ajo y aceite o manteca para crear una mezcla nutritiva y sabrosa. En Italia, la tradición mediterránea llevó a mezclar almendras con lácteos y quesos para obtener una versión más cremosa, ideal para pastas y platos de carne.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
👉 https://noticiasconenfoque.com.ar/
Ofrecemos lo más relevante en noticias.
Con el tiempo, la salsa de almendras se popularizó por su sabor delicado y su textura suave, convirtiéndose en un acompañamiento versátil que realza tanto platos cotidianos como recetas gourmet, y manteniendo la tradición de aprovechar los frutos secos como base de salsas nutritivas y elegantes.
Ingredientes:
-
100 g de almendras peladas
-
50 g de manteca
-
200 ml de crema de leche
-
1 diente de ajo
-
50 g de queso parmesano rallado
-
Sal y pimienta a gusto
-
Opcional: una pizca de nuez moscada
Preparación:
-
Tostar ligeramente las almendras en una sartén sin aceite hasta que estén doradas y aromáticas.
-
En una licuadora o procesador, colocar las almendras tostadas junto con el ajo y triturar hasta formar una pasta fina.
-
En una sartén, derretir la manteca y añadir la pasta de almendras, mezclando bien.
-
Incorporar la crema de leche poco a poco, revolviendo hasta lograr una textura cremosa.
-
Agregar el queso parmesano, sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Cocinar a fuego bajo 2-3 minutos más.
¿En qué comidas se suele usar?
-
Sobre pastas como tagliatelle, fettuccine o ravioles.
-
Como acompañamiento de pollo, pavo o cerdo a la plancha o al horno.
-
Para vegetales al vapor o asados, especialmente calabaza, zanahoria o brócoli.
-
Como base para gratinados suaves y cremosos.
-
En platos de pescado blanco, aportando un contraste cremoso y delicado.
Seguinos