La salsa americana, conocida en Francia como “sauce Américaine”, tiene sus raíces en la alta cocina francesa del siglo XIX. A pesar de su nombre, no proviene de Estados Unidos, sino que fue bautizada así por los chefs franceses de la época, probablemente por su uso en platos de mariscos al estilo “americano”, refiriéndose a la preparación con crustáceos.

Originalmente se creó para acompañar langostas, camarones y otros mariscos, combinando el sabor intenso de las cáscaras de crustáceos con tomate, vino blanco y manteca, logrando una salsa rica, aromática y con cuerpo. Con el tiempo, se popularizó en la cocina gourmet europea y se adaptó a distintos estilos de preparación de mariscos, consolidándose como un clásico de la gastronomía francesa y mediterránea.

Su fama se debe a su capacidad de realzar el sabor natural de los mariscos, aportando además un toque sofisticado y delicado que la hace ideal tanto para platos refinados como para recetas caseras de inspiración francesa.

Ingredientes:

• 500 g de cáscaras de langostinos o camarones

• 1 cebolla picada

• 2 dientes de ajo picados

• 2 cucharadas de aceite de oliva

• 200 ml de tomate triturado

• 100 ml de vino blanco

• 50 g de manteca

• Sal, pimienta y perejil picado a gusto

Preparación:

1. Calentar el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.

2. Añadir la cebolla picada finamente y sofreír hasta que esté transparente, aproximadamente 5 minutos.

3. Agregar los dientes de ajo picados y cocinar 1 minuto más, cuidando que no se quemen.

4. Incorporar las cáscaras de langostinos o camarones y saltear durante 3-4 minutos hasta que tomen un ligero color rosado.

5. Añadir el tomate triturado y mezclar bien, cocinando a fuego medio por 5 minutos para que se integren los sabores.

6. Verter el vino blanco y dejar reducir a la mitad, removiendo ocasionalmente.

7. Colar la mezcla para retirar las cáscaras y obtener un líquido homogéneo.

8. Volver a poner el líquido colado en la sartén a fuego bajo y agregar la manteca, batiendo hasta emulsionar y lograr una textura cremosa.

9. Salpimentar a gusto y añadir perejil fresco picado antes de servir.

 La salsa americana se suele usar principalmente en platos de mariscos y pescados, resaltando su sabor intenso y delicado. Algunos ejemplos:

• Langosta al horno o a la plancha.

• Camarones salteados o al vapor.

• Cangrejo o centolla con guarnición de vegetales.

• Pescados blancos como merluza, lenguado o dorada, tanto al horno como a la plancha.

1. Risottos o pastas con mariscos, donde la salsa sirve de base o acompañamiento.