TRABAJO
27 de agosto de 2025
La CGT avanza hacia un nuevo triunvirato en medio de tensiones internas y escándalos políticos

La Confederación General del Trabajo (CGT) atraviesa una semana clave para definir la conducción que asumirá el próximo 5 de noviembre. Sin margen para un liderazgo unipersonal, todo apunta a la conformación de un triunvirato. Este miércoles los principales referentes gremiales compartirán un almuerzo en el predio del gremio textil Setia, en Ezeiza, y al día siguiente se reunirá el Consejo Directivo.
Este miércoles los principales referentes gremiales compartirán un almuerzo en el predio del gremio textil Setia, en Ezeiza, y al día siguiente se reunirá el Consejo Directivo.
La central obrera llega a esta instancia en un contexto de deliberaciones internas y de fuerte convulsión política nacional tras las denuncias por presuntos hechos de corrupción que involucran a figuras cercanas al oficialismo libertario, entre ellas Karina Milei, hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia. El silencio de la cúpula sindical en los últimos días respondió tanto a la expectativa por el desenlace de las negociaciones internas como al impacto que el escándalo podría tener en sectores con los que los gremios mantienen vínculos históricos, como salud y medicamentos.
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Dirigentes de peso coincidieron en que ya no hay condiciones para reinstalar una jefatura unipersonal. Desde 2016 la CGT funciona bajo un esquema colegiado y todo indica que esa modalidad se mantendrá. Sin embargo, nombres como Héctor Daer, referente del sector de los grandes sindicatos de servicios, Octavio Argüello, de Camioneros, y Carlos Acuña, del gastronómico Luis Barrionuevo, no integrarán la nueva conducción.
Entre los candidatos con más chances aparece Jorge Sola, dirigente del gremio del Seguro, apadrinado por Daer y con respaldo de Hugo Moyano. También se menciona a Cristian Jerónimo, del sindicato de Vidrio, con apoyo de Gerardo Martínez (Uocra). El tercer lugar del triunvirato genera mayor incertidumbre: Barrionuevo busca ubicar a un representante propio, aunque enfrenta resistencias, en particular de Moyano.
La posibilidad de incluir a una mujer en la conducción, algo que no sucede desde 2004, volvió a cobrar fuerza. Entre las opciones se encuentra Maia Volcovinsky, del sindicato de judiciales. Otro nombre que comenzó a circular en las últimas horas es el de Sergio Romero, de UDA, con un perfil dialoguista hacia la actual gestión nacional.
Más allá de las definiciones, distintos sectores reclaman a la “mesa chica” una postura más confrontativa frente a un eventual segundo tramo del gobierno de Milei y la amenaza de una reforma laboral que impacte en el poder de los gremios. Los sindicatos industriales, como la UOM y el Smata, encabezan los pedidos de una estrategia más firme, aunque hasta ahora no lograron consolidarse como una oposición sindical sólida frente al oficialismo.
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