Javier Milei se prepara para firmar este lunes los vetos a los aumentos en jubilaciones y fondos para discapacidad, justo al borde del plazo legal. Lo hará con una estrategia clara: ganar tiempo para consolidar los apoyos necesarios en el Congreso y asegurarse el respaldo mínimo para sostener sus decisiones. En el Gobierno confían en que los votos están y que el nuevo frente de gobernadores no alterará ese escenario.

En Balcarce 50 restaron importancia a la alianza tejida entre Martín Llaryora, Claudio Vidal, Maximiliano Pullaro, Carlos Sadir e Ignacio Torres. Aunque reconocen que el vínculo con los mandatarios es frágil, sostienen que ninguno de ellos es decisivo en la votación de los vetos, cuya defensa ya se negocia hace semanas con legisladores propios y aliados.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM.

👉  https://t.me/noticiasconenfoqueprensa

Ofrecemos lo más relevante en noticias. 

Milei ya había anticipado que no le temblará el pulso para rechazar las leyes votadas en el Senado, pese a que cuentan con alto impacto social. Desde el Ejecutivo justifican la demora en la firma como una decisión política y estratégica: evitar el desgaste antes de cerrar los números en Diputados.

El entorno del Presidente confía en que el acuerdo con sectores del PRO, sobre todo tras el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, reforzará el respaldo legislativo. Aunque hay tensión interna por la puja con Jorge Macri en la Ciudad, en Casa Rosada minimizan su influencia: “No tiene legisladores que le respondan”, repiten.

Además, se celebró el acercamiento de figuras como Pamela Verasay, vinculada a Alfredo Cornejo, y la neutralidad de Rogelio Frigerio, quien evita sumarse al bloque de gobernadores. Cerca de Martín Menem aseguran que el poroteo está hecho y que el oficialismo llegará con los números suficientes para frenar cualquier intento de revertir los vetos.

La expectativa de estabilizar el frente político también responde a la necesidad de enviar señales de calma a los mercados, tras la fuerte suba del dólar oficial y el blue en los últimos días. El Gobierno quiere mostrar cohesión, cerrar filas con aliados y blindar las decisiones que considera clave para sostener el equilibrio fiscal.