El Monitor de Desempeño Industrial (MDI) que elabora la Unión Industrial Argentina (UIA) arrojó señales claras de deterioro en la actividad fabril. Según el relevamiento, realizado sobre más de 600 empresas, el 11,4% de las firmas que exportaban en 2024 dejaron de hacerlo en lo que va de este año. La entidad señaló que los principales motivos fueron el aumento de costos, la apreciación del tipo de cambio y la pérdida de competitividad frente a otros países de la región.

“El 57,8% de las empresas que dejaron de exportar lo atribuyó al alza de costos, mientras que el 31,3% lo relacionó directamente con la política oficial de apreciar el peso para contener la inflación”, indicó el Centro de Estudios de la UIA. Según los datos del INDEC, en mayo las exportaciones totales cayeron un 7,4% interanual, siendo la primera baja del año. Las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) retrocedieron un 2%, a pesar del crecimiento del 14,7% en las ventas externas de vehículos.

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La producción también mostró retrocesos. El 33% de las industrias informó una baja respecto al primer trimestre, mientras que solo el 26,1% registró subas. Esto se reflejó en las ventas internas: el 41,3% declaró caídas y el 24,9% subas. Si bien la diferencia entre ambos grupos se redujo respecto a encuestas anteriores, persiste el predominio de respuestas negativas. En paralelo, un 20,1% de las fábricas redujo personal, mientras que solo un 14,8% incorporó trabajadores, en línea con la caída del empleo registrado, que perdió 4.162 puestos en marzo.

“El índice de difusión volvió a terreno negativo y las expectativas, aunque siguen siendo positivas en algunos casos, se moderaron en todos los niveles: empresarial, sectorial y nacional”, advierte el informe. El 43,8% de las empresas relevadas manifestó dificultades para afrontar pagos de salarios, tarifas, impuestos o compromisos financieros.

Desde la UIA alertan por un escenario cada vez más complejo para el tejido productivo, especialmente para las pymes. El atraso cambiario, el costo del financiamiento y la presión impositiva son señalados como factores que profundizan la recesión. Mientras tanto, en la industria se acumulan los síntomas de un freno que ya empieza a sentirse con fuerza en el mercado interno y externo.