Bajo una intensa convocatoria del peronismo, organizaciones sociales y espacios militantes, una multitud colmó Plaza de Mayo en repudio a la condena y prisión domiciliaria de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La decisión de no movilizarse a los tribunales de Comodoro Py y concentrar en el corazón político del país fue definida por el Partido Justicialista y otros espacios de la militancia, en lo que fue una clara señal de apoyo y resistencia frente a lo que consideran una “proscripción”.

Desde su domicilio, Cristina Kirchner se dirigió a la militancia con un encendido discurso en defensa de la democracia y de su trayectoria. “Hoy es el momento de demostrar que vamos a defender la democracia con las mismas herramientas con las que la construimos. Sin violencia, pero con coraje, sin miedo pero con absoluta claridad del momento histórico que estamos atravesando”, expresó. Y agregó: “Con amor, lo vamos a hacer con mucho amor, como siempre, con amor profundo por esta patria que tantas veces intentaron arrodillar y tantas veces supo levantarse”.

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La expresidenta también hizo referencia a su situación personal y política: “Ya he pasado por casi todo en esta vida”, recordó, incluyendo “un intento de asesinato”, y cerró con una promesa que despertó la ovación popular: “Vamos a volver, con más sabiduría, con más unidad, con más fuerza”.

Cristina denunció que su condena se inscribe en un esquema económico y judicial que busca excluirla de la vida política: “Este modelo que ahora encarna Milei se cae, como se cayó el de Martínez de Hoz o el de Cavallo. No solo porque es injusto, sino porque es insostenible. Por eso estoy presa”, afirmó. Y fue más allá: “Pueden encerrarme a mí, pero no van a poder encerrar a todo el pueblo argentino. Los que están asustados no somos nosotros, son ellos”.

En un mensaje posterior de audio, la exmandataria agradeció las muestras de afecto y volvió a referirse a su situación de arresto domiciliario: “Estoy en San José 1111, firme y tranquila. Eso sí, con prohibición de salir al balcón, dios mío, qué cachivaches que son”. Y concluyó con una reflexión sobre el sentido del “Vamos a volver”: “Me gusta ese canto porque revela una voluntad, la de volver a tener un país donde los pibes coman, los laburantes lleguen a fin de mes, los jubilados tengan sus remedios. Ese país existió, lo vivimos 12 años y medio. No fue una utopía”.

Con banderas, cánticos y consignas en defensa de la expresidenta, la jornada marcó un nuevo hito de movilización popular en torno a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, quien —a pesar de las restricciones— aseguró que seguirá en la trinchera “haciendo todo lo que esté a su alcance”.