En una decisión histórica, la Corte Suprema de Justicia ratificó este martes la condena contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por administración fraudulenta en la causa Vialidad, que investigó presuntas irregularidades en la adjudicación de 51 obras públicas en Santa Cruz. El máximo tribunal dejó firme la pena de seis años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos. La resolución fue adoptada por unanimidad por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, quienes rechazaron los planteos de la defensa por considerar que “el debido proceso ha sido salvaguardado” y que “la sentencia está fundada en ley”.

“El cepo al salario que ha puesto el Gobierno, el partido judicial lo completa con el cepo al voto popular”, denunció Cristina Kirchner en un mensaje desde la sede del PJ, tras conocerse el fallo. “Esta Argentina que estamos viviendo no deja de sorprendernos”, añadió, y cargó con dureza contra los cortesanos a quienes calificó de “monigotes”. La expresidenta afirmó que detrás de la condena no está la oposición política, sino “los grupos económicos concentrados”, y advirtió que la situación actual del país “no va a tener un final feliz”. “¿Cuánto más va a aguantar el país con un dólar planchado?”, se preguntó.

Los supremos fundamentaron su decisión en “la profusa prueba producida” y negaron cualquier vulneración de garantías constitucionales. Además, cuestionaron duramente la estrategia defensiva al señalar que “las reuniones entre jueces y funcionarios son meras conjeturas” que no fueron debidamente encuadradas en los motivos legales de recusación.

La sentencia de la Corte marca el cierre de la instancia judicial para la expresidenta y profundiza la tensión política en el escenario nacional. Mientras tanto, el peronismo ya se encontraba en estado de alerta y había comenzado a delinear una estrategia de respuesta ante la posibilidad de una proscripción.