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8 de junio de 2025

Como un cuadro de Hopper

Edward Hopper (1882-1967) fue un pintor estadounidense. Dicen que supo retratar la soledad de la vida cotidiana en la sociedad moderna, que sus cuadros son inconfundibles, que su pintura tiene fuerza, vitalidad, franqueza. A él le gustaba, sobre todo -decía- pintar la luz del sol al lado de una casa. Wim Wenders dijo que cada cuadro de Hopper es el comienzo de una historia. Así lo entendió Laura Thomas, y escribió, para probarlo, este relato a partir de un cuadro de Hopper.

Como un cuadro de Hopper

Este es su mundo. Ya hace muchos años.

Cada día llega, viste la prolija casaca blanca y se dirige al salón.

Las mesas quedaron puestas de la noche anterior, pero es bueno repasar las copas.

El espejo le devuelve una imagen cansada. Su casa ya no es la misma desde que Augusta no está, y el peso de la soledad lo aplasta.

Llegó la joven que cada martes y viernes de 10 a 12, se sienta en la mesa del rincón, pide un café y se hunde dentro de su libro. Por momentos levanta la vista y pierde la mirada lejos, muy lejos del ámbito del salón.

Es gentil y bonita, pero él sabe que hay una historia de soledad y desencuentros en esa alma, lo ve en sus ojos.

A veces desea sentarse frente a ella y contarle que hay tanta gente sola, que no es aquí donde encontrará la verdadera paz, que esto es sólo una burbuja donde uno se refugia, como él, y no se logra nada.

Rutina, sonrisas vacías, ¿qué se va a servir el señor? ¿La señora lo prefiere con algún postre?

─ No nos queda vitel toné, pero puedo ofrecerles…

Y así trascurren las horas.

Cuando está por terminar su turno ve entrar a la joven del libro.

Está demudada, mira como perdida buscando el refugio de su mesa, que está ocupada.

Él se acerca.

─ Permítame que la conduzca a una buena mesa.

Ella lo mira desde muy lejos, desde adentro de su dolor. Y se deja llevar.

El le trae un café que ella no ha pedido y le dice:

─ Ya vuelvo.

Firma la tarjeta de salida, se desprende de la casaca blanca, calza su saco y se sienta frente a ella.

─ Buenas noches. Mi nombre es Roberto. 

 

LAURA THOMAS

 

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