Situada a más de 3.400 metros sobre el nivel del mar, La Quiaca se presenta como la puerta de entrada a la Puna y como vínculo directo con Bolivia, a través del puente internacional que la une con Villazón. Su geografía árida y su cielo despejado configuran un escenario inconfundible, donde el viento y la tierra cuentan historias milenarias. A pesar de su clima seco y frío, la ciudad tiene un espíritu cálido, forjado en la hospitalidad de su gente.

La Quiaca es un punto de referencia tanto para viajeros que recorren la Ruta 40 como para quienes se aventuran por la Quebrada de Humahuaca y los pueblos del altiplano. Allí conviven las costumbres ancestrales de los pueblos originarios con una dinámica urbana que la convierte en centro comercial y cultural de la región. Su feria local, los mercados con productos del altiplano y su gastronomía a base de quinua, papas andinas y carne de llama, ofrecen una experiencia sensorial auténtica.

ÚNETE A NUESTRO X 

👉 https://x.com/nce_oficial 

Ofrecemos lo más relevante en noticias. 

Además, desde La Quiaca se puede acceder a pueblos históricos como Yavi, con su legado colonial, o Santa Catalina, la localidad más alta del país. La ciudad también forma parte del mítico Tramo 1 de la Ruta Nacional 40, y es punto de partida para quienes sueñan con recorrer la Argentina de punta a punta.

En cada rincón de La Quiaca se respira la mezcla de tradición, historia y vida de frontera. Lejos del bullicio turístico, conserva una identidad fuerte y orgullosa, donde lo ancestral sigue latiendo al ritmo de la puna.