El Senado de la Nación blindó este jueves al presidente Javier Milei y a su entorno frente al escándalo cripto que generó sospechas de una presunta estafa vinculada a un memecoin. Gracias al respaldo clave del PRO, la mayoría de la Unión Cívica Radical (UCR) y bloques provinciales, el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) logró desactivar los proyectos impulsados por el interbloque de Unión por la Patria (UxP) y un sector del radicalismo que buscaban investigar el rol del mandatario en el caso.

Uno de los intentos más relevantes para avanzar en la investigación fue encabezado por el senador radical Pablo Blanco, quien propuso crear una comisión especial. El proyecto contó inicialmente con el respaldo de sus compañeros de bancada Eduardo Vischi, Martín Lousteau, Flavio Fama y Daniel Kronemberger. Sin embargo, aunque la iniciativa consiguió los dos tercios de los presentes para ser tratada, al momento de la votación final quedó a un voto de la aprobación: obtuvo 47 adhesiones, cuando se necesitaban 48.

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La Libertad Avanza, con apoyo de seis senadores del PRO, los radicales Vischi, Eduardo Galaretto, Stella Maris Olalla, Mariana Juri y Víctor Zimmerman, así como el interbloque de Provincias Unidas, selló el rechazo al expediente.

El mismo día, Unión por la Patria presentó un proyecto para interpelar a Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, acusada de cobrar presuntos "peajes" para facilitar el acceso al mandatario. Pero la iniciativa tampoco prosperó: alcanzó 39 votos positivos, uno menos de los necesarios, frente a 28 negativos. A los votos en contra se sumaron los radicales Fama, Kronemberger, Carolina Losada y Rodolfo Suárez, el formoseño Francisco Paoltroni y Edith Terenzi, de Provincias Unidas.

En tanto, un tercer intento para esclarecer el escándalo cripto provino de Guadalupe Tagliaferri, senadora del PRO alineada con Horacio Rodríguez Larreta. Tagliaferri pidió la interpelación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pero nuevamente la votación no alcanzó los 44 apoyos necesarios, obteniendo 42 a favor y 23 en contra. La legisladora solo consiguió que se aprobara un pedido de informes, que fue respaldado por 46 votos frente a 15 negativos.

El oficialismo demostró así que, al igual que en Diputados, cuenta con el tercio del Senado necesario para sostener el veto presidencial y bloquear cualquier iniciativa opositora que lo comprometa. El PRO se consolidó como el principal socio parlamentario de Milei, con la única excepción de Tagliaferri.

El radicalismo, por su parte, volvió a mostrar fisuras internas. Martín Lousteau, presidente del partido, quedó desmarcado de la mayoría de su bancada, generando rumores de tensiones internas. “Nunca vi algo así”, admitieron fuentes cercanas a uno de los radicales que inicialmente había firmado el proyecto de investigación pero votó en contra.

El regreso de Víctor Zimmerman a su banca también resultó clave para garantizar el quórum, luego de su paso por el Ministerio de Agricultura del Chaco. Su retorno fue atribuido a un pedido del gobernador Leandro Zdero y del bloque radical.

El bloque de Provincias Unidas también resultó determinante. Alejandra Vigo, esposa del exgobernador cordobés Juan Schiaretti, heredó de Edgardo Kueider la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales, mientras que Juan Carlos Romero y Lucila Crexell —quien habría recibido la promesa de una embajada en la UNESCO— completaron el apoyo al oficialismo.

Los senadores del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, se ausentaron de las votaciones vinculadas al escándalo cripto, pero regresaron al recinto para los expedientes posteriores, lo que alimentó las especulaciones sobre negociaciones de último momento.

Con esta serie de maniobras parlamentarias, Javier Milei superó una de las pruebas más delicadas desde su asunción y consolidó su red de alianzas para resistir los embates legislativos, en un contexto donde el escándalo cripto amenaza con seguir generando repercusiones.