LAS MIL Y UNA SALSA
9 de febrero de 2025
Cómo hacer una deliciosa salsa de roquefort en casa

Cremosa, intensa y con el inconfundible sabor del queso azul, la salsa de roquefort es ideal para carnes, pastas y ensaladas.
Historia de la salsa de roquefort
La salsa de roquefort tiene sus raíces en la gastronomía francesa y toma su nombre del famoso queso azul Roquefort, originario de la región de Aveyron, en el sur de Francia. Este queso, elaborado a partir de leche de oveja y madurado en cuevas naturales, ha sido apreciado desde la época del Imperio Romano y es considerado uno de los quesos más antiguos de Europa.
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La combinación del queso roquefort con crema de leche y manteca dio origen a una salsa cremosa e intensa en sabor, ideal para realzar carnes, pastas y ensaladas. Su auge se produjo en la alta cocina francesa del siglo XIX, cuando los chefs comenzaron a experimentar con salsas basadas en quesos fuertes.
Hoy en día, la salsa de roquefort es una de las más populares en la cocina internacional y se ha adaptado en diversas recetas según las preferencias locales.
Ingredientes:
- 100 g de queso roquefort
- 200 ml de crema de leche
- 1 cucharada de manteca
- 1 pizca de pimienta negra
- Opcional: 1 chorrito de vino blanco
Preparación:
- En una sartén a fuego bajo, derretir la manteca.
- Desmenuzar el queso roquefort y agregarlo a la sartén, removiendo hasta que se funda.
- Incorporar la crema de leche y mezclar bien para integrar los sabores.
- Añadir pimienta al gusto y, si se desea, un poco de vino blanco para potenciar el sabor.
- Cocinar a fuego lento durante 3-5 minutos hasta obtener una textura cremosa.
- Listo, a disfrutar.
¿En qué comidas se puede usar la salsa de roquefort?
La salsa de roquefort es una opción cremosa e intensa que realza distintos platos. Se usa en:
- Carnes: Especialmente en bifes, entrecot, solomillos y medallones de lomo. Su sabor fuerte contrasta perfectamente con carnes rojas a la parrilla o salteadas.
- Pasta: Ideal para ñoquis, ravioles, tallarines y fetuccini, aportando una textura cremosa y un toque sofisticado.
- Ensaladas: Se usa como aderezo en ensaladas con rúcula, peras, frutos secos y nueces, combinando su sabor fuerte con ingredientes frescos.
- Papas y vegetales: Se sirve sobre papas fritas, al horno o puré, así como en brócoli o coliflor gratinados.
- Hamburguesas y sándwiches: Aporta un toque gourmet en hamburguesas de carne, pollo o vegetales, además de sándwiches con ingredientes ahumados.
Su versatilidad permite que sea protagonista en recetas clásicas y modernas, realzando cualquier plato con su sabor inconfundible. Buen provecho.
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