La venta de insumos para la construcción en 2024 acumuló una caída del 27,2%, reflejo de una fuerte crisis en el sector atribuida a la eliminación de la obra pública y al encarecimiento relativo de materiales por la apreciación del peso. A pesar de algunos repuntes en la primera mitad del año, el panorama general se mantiene crítico, y desde la industria anticipan una recuperación “lenta” y dependiente de la reactivación de obras privadas.

Según el Índice Construya, que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de insumos clave como cemento, ladrillos cerámicos, aceros largos, griferías y revestimientos, entre otros, las ventas en diciembre cayeron un 6,6% interanual. Si bien esta contracción es menos severa que las observadas previamente, responde a una base de comparación baja debido a la retracción experimentada desde fines de 2023.

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En términos mensuales, la variación desestacionalizada mostró una disminución del 1,2%, marcando el quinto mes consecutivo de retroceso. Entre abril y julio, las tasas positivas parecían augurar una recuperación, pero estos indicios se diluyeron hacia el cierre del año.

Desde Construya, la asociación que agrupa a empresas líderes como Loma Negra, FV Grifería y Cerámica San Lorenzo, señalaron: “Creemos que el proceso de recuperación será lento y estará asociado a la reactivación de las obras privadas, traccionado principalmente por la expansión del crédito hipotecario y la búsqueda de inversión en ladrillos”.

La crisis también afectó significativamente el empleo en el sector. Según los datos oficiales que se publicarán mañana, se estima que 31.000 puestos de trabajo registrados se perdieron entre enero y octubre de 2024.

Dos factores clave explican esta crisis. Por un lado, la eliminación de la obra pública, una medida tomada por el Gobierno de Javier Milei en busca de un superávit fiscal, que dejó un vacío en la inversión estatal en infraestructura. Por otro lado, el aumento de costos en dólares, derivado de la política cambiaria del gobierno, frenó la generación de nuevos proyectos privados.

A pesar de este panorama adverso, el sector confía en que una eventual expansión del crédito y la estabilización de costos permitan una reactivación gradual en 2025.