Con una emotiva conferencia en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos, exESMA, las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este viernes la restitución de identidad del nieto 138. Es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, ambos desaparecidos en diciembre de 1976 durante la última dictadura cívico-militar.
Marta, nacida en Azul, provincia de Buenos Aires, tenía 30 años cuando fue secuestrada junto a Juan Carlos, de 21 años, en la ciudad de Buenos Aires. En el momento del secuestro, Marta cursaba un embarazo de nueve meses. Según testimonios de sobrevivientes, ambos fueron vistos en el centro clandestino que funcionaba en la ESMA, donde se presume que Marta dio a luz.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM.
👉 t.me/noticiasconenfoqueprensa
Ofrecemos lo más relevante en noticias.
El nieto 138 es también medio hermano de Diego Antonio, el primer hijo de Marta, quien desde siempre supo de la existencia de su hermano y se involucró activamente en la búsqueda desde el grupo de familiares de Abuelas.
La historia detrás de la búsqueda
Tras el secuestro, Diego, entonces de cuatro años, fue encontrado en una comisaría de Villa Ballester y criado por su abuelo Pedro Pourtalé. Tanto Pedro como otros familiares denunciaron los hechos ante organismos como la CIDH en 1979 y la CONADEP en los años posteriores. Diego, por su parte, continuó la búsqueda en conjunto con Abuelas, aportando su testimonio y muestras biológicas al Banco Nacional de Datos Genéticos.
Este jueves, el juez Daniel Rafecas informó al nieto 138 los resultados del análisis genético que confirmaron su identidad. Este hallazgo no solo le permite conocer sus orígenes, sino también sumarse al relato colectivo de las familias que luchan por memoria, verdad y justicia.
Un logro en tiempos difíciles
La restitución ocurre en un año complejo, marcado por despidos en la Secretaría de Derechos Humanos y críticas desde el Gobierno nacional hacia las políticas de memoria. Sin embargo, las Abuelas continúan su incansable labor de reconstrucción del derecho a la identidad.
“Encontrar un nieto es un acto de amor y justicia que ilumina incluso los momentos más oscuros. Este anuncio es una reafirmación del compromiso con la memoria y los derechos humanos”, destacaron las Abuelas en el cierre de la conferencia.
Con la restitución del nieto 138, el trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo reafirma la importancia de las políticas de verdad y justicia, y continúa dando esperanza a las familias que aún buscan reencontrarse con sus seres queridos.
Seguinos