Pablo Moyano, referente del sindicato de Camioneros, presentó su renuncia al cargo de co-secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), en desacuerdo con la postura dialoguista adoptada por la conducción de la central sindical frente al Gobierno de Javier Milei.

En una carta dirigida al Consejo Directivo Nacional, Moyano expresó: "He tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co-Secretario General de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada 'mesa chica'".

El dirigente sindical cuestionó abiertamente la "tregua" acordada por los sectores mayoritarios de la CGT, que decidieron evitar medidas de fuerza hasta 2025 y mantener canales de diálogo con la administración nacional.

Durante la semana, Moyano había adelantado su intención de cerrar el año con un paro nacional y general para rechazar las políticas económicas y sociales del nuevo gobierno. "Esto no es otra cosa que un retroceso para todos los trabajadores del país. No podemos dividirnos. Ahora más que nunca, necesitamos estar juntos para defender los derechos de los trabajadores que conquistamos durante décadas", había declarado en una entrevista con El Destape Radio.

Sin embargo, su posición chocó no solo con la conducción de la CGT, encabezada por Héctor Daer (Sanidad) y Gerardo Martínez (UOCRA), sino también con su propio entorno familiar. Según fuentes cercanas, Hugo Moyano, su padre y figura clave del gremio de Camioneros, desautorizó públicamente la propuesta de su hijo para convocar al paro.

"Indudablemente estamos en un momento donde tenemos que medir cada paso que se da", sostuvo Andrés Rodríguez, titular de UPCN, quien se alinea con la estrategia de evitar confrontaciones directas en el corto plazo.

La renuncia de Moyano mayor dejará vacante uno de los principales cargos de la CGT, que ahora deberá ser cubierto por otro representante del sindicato de Camioneros, dado que las posiciones en la central son asignadas por gremio y no de manera individual.

Con este movimiento, se intensifican las tensiones dentro de la CGT, donde conviven sectores enfrentados sobre el rol que debe asumir el sindicalismo ante el nuevo escenario político del país.