El presidente de la Nación, Javier Milei, envió al Congreso un proyecto de ley que busca eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), establecidas en 2009. Según el decreto 0022/PE/2024 publicado en el Boletín Oficial, esta medida responde al objetivo de reducir el gasto público y otorgar mayor autonomía a los partidos políticos para resolver sus internas sin intervención estatal.

"La ciudadanía no debe financiar un sistema que no cumple con las finalidades para las que fue establecido", argumenta el proyecto. Además, señala que las PASO han resultado ineficientes, generando un desgaste en los votantes y un costo desproporcionado para las arcas del Estado.

En paralelo, el Ejecutivo presentó un segundo proyecto que reconfigura el financiamiento de los partidos políticos. Propone eliminar los aportes públicos para campañas electorales, permitiendo que los partidos se financien principalmente a través de contribuciones privadas. "Buscamos un sistema transparente y eficiente para toda la sociedad", indica el texto, que establece una plataforma pública para registrar los aportes privados y prohíbe contribuciones de personas vinculadas a delitos como lavado de activos o narcotráfico.

El proyecto también eleva los requisitos para la constitución de partidos políticos. Para los de ámbito nacional, se aumentará de cinco a diez los distritos necesarios para su reconocimiento, además de exigir un mínimo del 0,1% de afiliados del padrón nacional. En los partidos distritales, el porcentaje de afiliaciones sube del 0,4% al 0,5%, con un tope ampliado a dos millones de electores en distritos más grandes.

Desde el Ejecutivo aseguran que estos cambios buscan recuperar la esencia del sistema democrático, reservando la personería jurídica para partidos con representatividad real. Sin embargo, las propuestas ya generaron críticas desde la oposición y algunos sectores que advierten sobre los riesgos de desregular el financiamiento y restringir el acceso al sistema político para nuevas fuerzas.

Los proyectos serán debatidos en sesiones extraordinarias del Congreso, marcando el inicio de una reforma que podría redefinir las reglas del juego electoral en Argentina.