Los números detrás de la contaminación

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la exposición a contaminantes atmosféricos provoca cerca de 7 millones de muertes prematuras al año. La quema de residuos al aire libre contribuye a esta cifra al liberar compuestos tóxicos como dióxido de carbono (CO₂), dioxinas y partículas finas. 

En Argentina, estudios ambientales han señalado que más del 15% de la contaminación del aire en zonas urbanas proviene de actividades domésticas, incluyendo la quema de basura.

Efectos a largo plazo en la salud pública

La exposición prolongada al humo de la quema de basura está asociada a un aumento en las tasas de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Las partículas finas (PM2.5) son especialmente peligrosas porque pueden penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo, incrementando el riesgo de eventos cardiovasculares. Un estudio de la Universidad de Buenos Aires demostró que en barrios con alta incidencia de quema de residuos, las visitas a emergencias por enfermedades respiratorias aumentaron en un 20%.

Impacto ambiental duradero

No solo se trata del aire que respiramos. Las sustancias tóxicas liberadas, como las dioxinas, pueden depositarse en el suelo y en las fuentes de agua, afectando a la fauna local y a la cadena alimenticia. Las plantas que crecen en estos suelos contaminados pueden absorber estos químicos, afectando la seguridad de los alimentos que consumimos.

Qué podemos hacer: alternativas efectivas

Reciclaje y separación de residuos: Implementar un sistema de separación de residuos en casa puede reducir significativamente la cantidad de basura acumulada. Según el Ministerio de Ambiente, el reciclaje podría disminuir en un 30% la cantidad de desechos que se gestionan en los vertederos.

Uso de centros de acopio: En muchas localidades, existen centros donde se reciben ciertos tipos de residuos que no deben quemarse, como aparatos electrónicos y baterías.

Compostaje: Crear compost con los restos de comida y desechos orgánicos es una manera de reducir la basura y al mismo tiempo enriquecer el suelo.

Consejos para personas sensibles al humo

Las personas más afectadas por la quema de basura, como las que tienen asma o afecciones cardíacas, pueden tomar medidas de protección:

Monitoreo de calidad del aire: Utilizar aplicaciones o sitios web que informan sobre la calidad del aire en tiempo real puede ayudar a evitar la exposición durante picos de contaminación.

Filtros de aire en el hogar: Invertir en purificadores de aire es una medida que puede mitigar la exposición en interiores.

Un cambio necesario

La quema de basura es más que un problema local; es una práctica que afecta la salud de la comunidad y el medio ambiente. Adoptar alternativas sostenibles y fomentar la educación sobre el impacto real de esta actividad puede ayudar a cambiar comportamientos y proteger el aire que compartimos.