El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reafirmado el derecho de Israel a defenderse en respuesta a llamados internacionales a evitar represalias masivas tras un reciente ataque con drones y misiles por parte de Irán. Este ataque fue en represalia por un bombardeo atribuido a Israel que impactó un consulado iraní en Damasco, matando a varios miembros de los Guardianes de la Revolución.

Mientras tanto, el conflicto continúa escalando con el ejército israelí llevando a cabo ataques en la Franja de Gaza, donde recientemente se han atacado más de 40 objetivos asociados a milicianos. En un ambiente de creciente tensión, el apoyo de Hamas a Irán y la guerra en curso entre Israel y Hamas desde octubre agudizan la situación.

La visita de los ministros de exteriores del Reino Unido y Alemania a Israel ha resultado en un llamado a la mesura, aunque Netanyahu ha sido claro en afirmar que Israel tomará sus propias decisiones de defensa. Por su parte, Irán exhibió su poderío militar en un desfile y advirtió sobre una respuesta severa a cualquier agresión futura.

La Casa Blanca comunicó que aplicará nuevas sanciones a Irán en breve, mientras que la Unión Europea considera extender las propias. Cameron, en declaraciones a medios británicos, expresó su deseo de que los países del G7 implementen "sanciones coordinadas" contra Irán.

El proceso para establecer una nueva tregua en Gaza, que facilitaría el intercambio de rehenes israelíes por palestinos encarcelados, se encuentra paralizado, según el gobierno de Qatar, que junto a Estados Unidos y Egipto actúa como mediador. "Nos encontramos en una fase crítica, con ciertos bloqueos, y estamos haciendo todo lo posible para superarlos", declaró el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani.

En las últimas 24 horas, los enfrentamientos en Gaza han resultado en la muerte de 56 personas, elevando el total de fallecidos a 33,899 desde el inicio de la ofensiva israelí, informó el ministerio de Salud de Gaza. Este miércoles, el ejército israelí comunicó que sus operaciones continúan en el centro de Gaza para "eliminar terroristas y destruir su infraestructura", sin ofrecer detalles adicionales, después de cinco días de ataques que también han afectado a civiles en el norte del campamento de Nuseirat.

El ejército de Israel confirmó la detención de milicianos durante una "operación selectiva" en una "zona civil" de Beit Hanoun, en el norte de Gaza. En este lugar, previamente el gobierno de Gaza y Hamas habían denunciado la evacuación forzada de dos escuelas con desplazados. Según los militares, estas escuelas servían de refugio a miembros de Hamas y la Yihad Islámica, quienes usaban a "civiles como escudos humanos".

Hamas afirmó que las fuerzas israelíes desplazaron a cientos de palestinos del norte, incluyendo a algunos en estas escuelas, donde fueron sometidos a desnudamientos e interrogatorios. Según la organización, "el ejército de ocupación estableció un centro de interrogatorios detrás de la escuela (Mahdiya Al Shawa), exigiendo que todos los desplazados salieran bajo amenaza de armas", denunció.

Israel ha estado en conflicto con Gaza por más de seis meses, y Netanyahu afirma que no concluirá hasta que Hamas deje de ser una amenaza y los 129 rehenes regresen a sus hogares. Además, planea una ofensiva terrestre en Rafah, en el sur de Gaza, donde más de un millón de palestinos se refugian tras huir de otras zonas devastadas.

La ONU ha advertido sobre el riesgo de una hambruna generalizada y ha solicitado donaciones por 2.800 millones de dólares para asistir a los palestinos en Gaza y Cisjordania. Netanyahu ha rechazado las acusaciones de organizaciones internacionales sobre una posible hambruna en Gaza, asegurando que Israel está haciendo todo lo posible por la causa humanitaria.

En cuanto a la respuesta a Irán, Israel continúa enfrentando fuego cruzado con la milicia chiíta Hezbollah en el norte. Este miércoles, un ataque atribuido a Hezbollah hirió a 18 personas, 14 de ellas soldados israelíes, en un centro comunitario de una aldea fronteriza con Líbano. Según el ejército israelí, el ataque incluyó misiles antitanque y drones, y fue en respuesta a bombardeos israelíes que el martes mataron a tres miembros de Hezbollah en el sur de Líbano. La frontera entre Israel y Líbano mantiene su mayor tensión desde 2006, con un intercambio de fuego constante durante seis meses que ha causado al menos 382 muertes, principalmente del lado libanés y entre las filas de Hezbollah.