El Cinta de Plata era el tren de pasajeros más confortable del ex Ferrocarril Belgrano de Ferrocarriles Argentinos.  Apareció en 1969 y se extinguió en 1992. Cubría Buenos Aires-Salta/Jujuy (vía Córdoba) en 36 horas. Estaba pintado de color gris plateado con una guarda azul en los laterales. Era un tren expreso de trocha métrica. En cada parada una multitud heterogénea colmaba los andenes. Era un convoy repleto de soñadores con algunos escépticos camuflados. Un expreso de pasajeros que cubría en 36 horas de viaje el trayecto Buenos Aires-Salta/Jujuy, con escalas técnicas en Rosario, Santa Fe; Córdoba y San Miguel de Tucumán.

El tren más añorado y codiciado del otrora Ferrocarril Belgrano comenzó a correr a partir de 1969. "Fue implementado a través del plan de mediano plazo para Ferrocarriles Argentinos, que abarcó el período 1969-1973, cuando el ingeniero ferroviario y general de división Juan Carlos De Marchi ocupaba la presidencia del entonces ente administrador de los ferrocarriles nacionales" (afirmó Víctor Hugo Rossi, abogado y consultor ferroviario (61 años).

"El Cinta de Plata -añadió Rossi- era un convoy de pasajeros que tenía las características de un expreso de lujo, incluso que llevaba un coche con servicio de peluquería, donde los caballeros podían aprovechar las largas horas del viaje atendiendo a las necesidades de su estética.

Coche del servicio de Peluquería.

Los lunes, martes, jueves y sábados arribaba a las 21.05 a la ex estación Central Norte de El Bajo, procedente de Retiro. A las 21.40 partía rumbo al norte. En Güemes (Salta) la formación se dividía en dos. Una parte seguía hacia San Salvador de Jujuy, con combinación a La Paz, Bolivia; y la otra marchaba hacia el oeste, a la capital salteña".

A su vez, los lunes, miércoles, jueves y sábados a las 7.28 arribaba a la estación Tucumán Norte (la del Bajo) El Cinta de Plata que venía del norte y continuaba, vía Córdoba, hacia Buenos Aires. La partida se registraba a las 7.58.

Miguel Alberto Martínez, guarda jubilado de 83 años contó qué, en la estación del Bajo, también llamada San Cristóbal del Bajo, no solo se aprovisionaba de agua a los coches del Cinta de Plata, sino que también se los limpiaba y se cambiaba la locomotora. Además, se desenganchaban dos coches verdes del ferrocarril boliviano, con camarotes, para los pasajeros que venían viajando desde Bolivia.

“Multitud de familiares, amigos y allegados de los pasajeros concurrían a la estación para darles la bienvenida o para despedirlos. Por eso se juntaba mucha gente en el andén cada vez que el Cinta de Plata pasaba o venía del norte (más de 500 personas, sin contar los cientos que allí bajaban o quienes en ese tren iniciaban su viaje).

Estación del Bajo del Ferrocarril Belgrano
en la ciudad de Tucumán.

Los bocinazos de la máquina se hacían oír a la distancia, en el último tramo, apareciendo tras la curva a paso lento la enorme locomotora que arrastraba una larga cola de coches.  Desenganchada la máquina descendía de ella su personal de conducción quienes, junto a los camareros, los guardas, los mozos y los inspectores cambiaban allí su personal completo".
--
Memorias de un emblemático tren del Ferrocarril Belgrano, que supo correr, donde la comunicación, a través de las largas distancias, alcanzaba a todos los estratos sociales, propendiendo al progreso y bienestar de la gente.

Fuente:

CAMINANDO ENTRE LAS VÍAS

http://www.lagaceta.com.ar/nota/511740/tucumanos/cinta-plata-sigue-vigente-memoria-colectiva.html