POLíTICA
24 de marzo de 2021
La corrupción: “El pan nuestro de cada día”
ARGENTINA: “Vivimos en una sociedad que se desgarra las vestiduras acusando a todos de corrupción, pero excusando siempre la propia o la de los más allegados”
Si un gobierno roba o malgasta los fondos públicos en beneficio propio, de amigos o de unos pocos; sin duda es corrupto.
Si un legislador propone o aprueba leyes que no son para el bienestar general, sino que son para beneficiar a unos pocos y ser beneficiado él, también es corrupto.
Si un juez o fiscal, no aplica la ley tal como está escrita, y la tergiversa a conveniencia de unos pocos, sin importar el espíritu de esa ley, que se supone fue dictada pensando en mejorar la vida de los representados, es indudablemente corrupto.
Ahora, sin tener que mirar tan alto, ¿Qué pasa con el ciudadano común?
Voy a dar algunos ejemplos que podemos ver a diario en la vida cotidiana.
En el primer caso ejemplificaré con un pequeño comerciante, puede ser un kiosquero, carnicero, verdulero, etc., mientras cualquiera de nosotros realizamos una compra en un pequeño comercio, se suelen dar diversas conversaciones, de la falta de seguridad, la falta de escuelas, las calles que están destrozadas, los hospitales desabastecidos, etc., y uno asiente, porque siente que es verdad que en todos los ámbitos que corresponde que el Estado esté presente, se nota su ausencia, uno realiza la compra y nos dicen $XXX, muchas veces más caro que comprando en centros comerciales, abonamos y no nos dan un ticket con su respectivo número fiscal, ni nada. Ahora me pregunto, ¿No suma los impuestos que devengarían de mi compra, para que el Estado esté un poco más presente?
Tomemos un segundo ejemplo: El dueño de una pequeña empresa; trabaja todos los días, con apenas 4 o 5 empleados, que no tienen una función específica, ya que en las pequeñas empresas, hay que ponerse la camiseta para que crezca y todos ayudan en todos los sectores, pero para poder competir a los empleados los tiene sin declarar, es decir en NEGRO, y le dice al empleado, “de blanquearte cobrarías menos, porque te tengo que descontar, jubilación, obra social, sindicato, etc.”. Y resulta que con lo que se ahorra el empleador, se puede dar el lujo de cambiar anualmente su auto por un 0km, o viajar al exterior y darse una vida mejor, sin aportar al Estado no solo los aportes patronales, sino tampoco lo que debió aportar el empleado. Es decir cada 2 empleados que tiene en negro no ingresa en las arcas del Estado el aproximado de un sueldo completo. Calculen que si tiene 4 empleados a lo largo de un año está ROBANDO al estado, el equivalente a 26 sueldos. Y a su vez el empleado que se encuentra trabajando en negro, muchas veces prefiere esa condición, porque mientras se mantenga así cobra planes y ayudas del Estado. Evitando que esa ayuda llegue a quién verdaderamente la necesita.
Así podría mencionar miles de ejemplos, en todos los ámbitos en que nos movemos, cada uno ROBA, lo que tiene a su alcance. Y lo que molesta es que los que nos gobiernan tengan mucho más presupuesto para robar que los demás. Somos una sociedad en decadencia y si no recuperamos nuestra conciencia social no vamos a mejorar nunca.
Dr. Claudio Gerardo Pagliaro
Seguinos