El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 2,3% en octubre, registrando la suba mensual más alta del último año. Con este resultado, la inflación acumulada en los primeros diez meses de 2025 alcanzó el 24,8% y la interanual llegó al 31,3%.

El rubro que más subió fue Transporte, con un alza del 3,5%, impulsado por los aumentos en vehículos (4,9%) y combustibles (3,2%). Le siguieron Vivienda, agua, electricidad y gas, con una suba de 2,8%. En tanto, Alimentos y bebidas no alcohólicas volvió a ser la categoría con mayor incidencia en el nivel general.

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Entre los alimentos, se destacaron los aumentos en frutas (11,4%) y en aceites, grasas y manteca (2,4%), mientras que carnes y derivados subieron 2,6%. Por el contrario, verduras y tubérculos mostraron una baja promedio de 1,7%. Según el relevamiento oficial, el kilo de pan francés promedió $3.908, la carne picada $7.320, la leche en sachet $1.592 y la docena de huevos $4.050.

En octubre, los bienes y servicios regulados –como electricidad, agua y transporte– aumentaron 2,6%, los estacionales 2,8% y la inflación núcleo avanzó 2,2%. En la comparación interanual, los mayores incrementos se registraron en Educación (59,5%), Vivienda y servicios básicos (45,6%) y Restaurantes y hoteles (45,8%).

El informe del INDEC también dio a conocer la evolución de la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT), que determinaron las líneas de indigencia y pobreza. Ambas subieron 3,1% en octubre, por encima de la inflación general. Así, un adulto necesitó $176.150 para no ser indigente y $392.815 para no ser pobre. Para una familia tipo de cuatro integrantes, la canasta alimentaria alcanzó los $433.330 y la total los $966.325.

Los valores reflejan el fuerte impacto del aumento de los alimentos y los servicios esenciales en el poder adquisitivo de los hogares. En el último año, el costo de la canasta total creció 23%, lo que obliga a una familia del Gran Buenos Aires a superar los $1,2 millones mensuales para no ser considerada pobre.

Aunque la inflación general mantiene una tendencia moderada respecto de los primeros meses del año, los bienes esenciales continúan subiendo a un ritmo superior, especialmente los vinculados al consumo cotidiano. El alza simultánea de las canastas básicas confirma la presión sobre el costo de vida y la dificultad de los salarios para recuperar el terreno perdido.