River Plate se despidió de la Copa Argentina tras perder por penales ante Independiente Rivadavia en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. El encuentro finalizó 0-0 en el tiempo reglamentario y se definió desde los doce pasos, donde el conjunto mendocino se impuso 4-3 en una noche que terminó con incidentes y desazón en el público riverplatense.

El primer tiempo mostró a un River con más posesión de pelota y control del juego, pero con poca claridad en el último pase. Independiente Rivadavia apostó a la velocidad de Sebastián Villa y al contragolpe. A los 20 minutos, Juan Fernando Quintero probó desde afuera del área y exigió al arquero Centurión, que respondió con seguridad. Luego, el colombiano volvió a intentar con otro disparo que dio en el palo, en la jugada más clara del Millonario antes del descanso.

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El equipo de Marcelo Gallardo sufrió la salida por lesión de Sebastián Driussi, reemplazado por Facundo Colidio, lo que obligó a modificar los planes ofensivos. Sobre el final de la primera etapa, una fuerte lluvia cayó sobre Córdoba y obligó a interrumpir el partido durante casi 50 minutos, debido a la acumulación de agua en el campo de juego.

El complemento se jugó con el terreno en malas condiciones, lo que complicó el estilo habitual de River y favoreció al conjunto mendocino, que encontró espacios con Villa y aprovechó los errores del rival. Los roces se multiplicaron y el encuentro se volvió más físico, con varias infracciones y amonestaciones.

River tuvo dos ocasiones muy claras para ganar el partido: primero con un cabezazo de Lautaro Rivero que dio en el travesaño, y luego con otra jugada de Giuliano Galoppo que el arquero Centurión contuvo con una atajada espectacular.

La igualdad se mantuvo hasta el pitazo final y la definición llegó desde el punto penal. Miguel Borja falló el primer disparo para River y Galoppo estrelló el suyo en el palo. Colidio, Meza y Montiel convirtieron los suyos, pero no alcanzó. En Independiente Rivadavia marcaron Gómez, Sartori, Studer y finalmente Sebastián Villa, quien selló el pase a la gran final con un potente remate que desató la euforia mendocina.

La derrota dejó golpeado al equipo de Marcelo Gallardo, que volvió a quedarse en las puertas de un título y ahora deberá enfocarse en el torneo local para asegurar su clasificación a la Copa Libertadores. En cambio, la Lepra mendocina vivió una noche histórica y buscará consagrarse campeona frente a Argentinos Juniors.