El caso del triple femicidio que sacudió a Florencio Varela y generó un fuerte reclamo de justicia en todo el país sumó un nuevo capítulo. El Ministerio de Seguridad de la Nación confirmó la captura en Bolivia de Lázaro Víctor Sotacuro, señalado como uno de los prófugos clave en la investigación por los asesinatos de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez.

Sotacuro era intensamente buscado por haber sido identificado como el conductor de la camioneta Chevrolet Tracker blanca en la que fueron vistas por última vez las tres jóvenes. El vehículo apareció luego completamente calcinado y permanece secuestrado en la Comisaría 1° de San Justo como una de las pruebas centrales de la causa.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM.

👉  https://t.me/noticiasconenfoqueprensa

Ofrecemos lo más relevante en noticias.

La detención se concretó en la ciudad boliviana de Villazón con la colaboración de las fuerzas locales y el Ministerio de Seguridad de Jujuy. La ministra Patricia Bullrich informó el operativo en sus redes sociales y destacó que “no vamos a parar hasta que caiga cada uno de los responsables”. Según trascendió, el detenido será trasladado a la Argentina en las próximas horas para quedar a disposición de la justicia.

Con este arresto ya son cinco los implicados que se encuentran bajo custodia. Entre ellos figuran Miguel Ángel Villanueva Silva, de nacionalidad peruana y presunto dueño de la casa donde fueron hallados los cuerpos; su pareja Iara Daniela Ibarra; Maximiliano Andrés Parra; y Magalí Celeste González Guerrero. Todos fueron imputados por homicidio agravado y se negaron a declarar en sede judicial.

La investigación, a cargo del fiscal Gastón Dupláa, apunta a que detrás del crimen se encuentra una organización narco dirigida por Julio Valverde, conocido como “Pequeño J”. Según la hipótesis judicial, el triple femicidio habría sido ordenado como un ajuste de cuentas tras el presunto robo de drogas y dinero.

Los investigadores sostienen que el plan incluyó el secuestro, la tortura y el posterior asesinato de las jóvenes, en un accionar de extrema violencia que incluso habría sido transmitido en vivo como mensaje mafioso.

Interpol mantiene activa una notificación roja para detener a Matías Agustín Ozorio, señalado como socio de “Pequeño J”. En la causa se lo acusa de homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y violencia de género, en concurso real por los tres hechos.

En los allanamientos realizados en Barracas fueron demorados otros ocho hombres, pero el presunto jefe de la banda sigue prófugo. La justicia cree que Valverde fue quien organizó todo el operativo criminal y contrató a los sicarios que ejecutaron el triple femicidio.

Mientras tanto, en Florencio Varela y en distintos puntos del país, familiares, amigos y vecinos de las víctimas continúan reclamando justicia y pidiendo que todos los responsables sean capturados y juzgados.