La inflación de mayo habría marcado un nuevo descenso y se convertiría en la más baja desde junio de 2020, según las proyecciones de consultoras privadas. Las estimaciones ubican el índice entre el 1,8% y el 2,1%, lo que representaría una fuerte desaceleración frente al 2,8% de abril y al 3,7% de marzo. El dato se enmarca en un contexto de consumo en mínimos históricos y un tipo de cambio oficial que se mantuvo estable a lo largo de todo el mes.

C&T midió una suba del 1,8%, mientras que Eco Go, Sarandí, LCG y Analytica la ubicaron en torno al 2%. De confirmarse estas cifras, el Gobierno nacional quedaría cerca de cumplir su objetivo de que el IPC mensual comience con un “1 adelante” antes de las elecciones de octubre. El número oficial será publicado por el INDEC el próximo 12 de junio.

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Uno de los factores que explican la baja fue la estabilidad del dólar tras la salida del cepo, que logró frenar las expectativas de devaluación. “Sirvió el ancla cambiaria y haber intervenido en futuros a la salida del cepo para evitar no solamente que se dispare el dólar sino también hacerlo descender de la mitad para abajo de la zona de flotación”, afirmó Sergio Chouza, de la consultora Sarandí.

A este panorama se suma el retroceso del consumo. Las ventas en supermercados y almacenes continúan por debajo de los niveles del año pasado. En algunos productos de consumo masivo se registraron incluso caídas de precios. C&T explicó que “la dinámica del mes estuvo atravesada por diversos factores: la estabilidad cambiaria, la reducción de impuestos, el ‘Hot Sale’ y las menores lluvias, sobre todo en la primera parte del mes”.

Según Eco Go, los alimentos aumentaron un 2,6%, por debajo del 2,9% registrado por el INDEC en abril. La deflación en verduras por exceso de lluvias ayudó a contener los precios del rubro. Entre las subas, “esparcimiento fue el rubro de mayor incremento reflejando, en gran medida, el comportamiento de alojamiento y excursiones”, mientras que “la educación fue el segundo rubro de mayor alza, movida principalmente por el costo de los colegios”, detalló C&T.

El Gobierno busca sostener esta tendencia en los próximos meses, aunque enfrenta desafíos como los aumentos en tarifas de luz y gas bajo el nuevo esquema automático y el impacto del medio aguinaldo. Para contener la presión sobre los precios, el Ministerio de Economía lanzó un nuevo blanqueo con el objetivo de movilizar dólares ahorrados y estimular el consumo.

Aunque la inflación muestra signos de desaceleración, el contexto sigue siendo complejo. El consumo permanece deprimido, la actividad se mantiene en baja y los salarios no logran recomponerse, en un escenario que aún no da señales claras de recuperación sostenida.