En el marco del Día de la Patria, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente para cerrar el Encuentro de la Cultura Popular y lanzó una dura advertencia sobre la situación económica: “El país se encamina hacia un décimo default”. Desde un escenario montado en el Polo Cultural y Deportivo Saldías, en el barrio de Retiro, la expresidenta criticó con dureza al gobierno de Javier Milei, al que acusó de repetir recetas fracasadas. “Este modelo fracasó en dictadura y va a fracasar otra vez”, sentenció, y cuestionó: “¿Se dieron cuenta que estos tipos no construyeron nada? Ni una puta escuela. Su única obra es cambiarle el nombre a lo que otros hicieron”.

La exmandataria, que compartió el acto con artistas, sindicalistas y referentes del kirchnerismo, denunció un “endeudamiento formidable” y comparó el esquema económico actual con la convertibilidad. “Lo que están haciendo ya lo hicieron antes. Es la convertibilidad con otro nombre”, sostuvo. También ironizó sobre la campaña oficial para blanquear dólares: “¿Tus dólares, tu decisión? Un pastelito está dos lucas, hermano, ¿qué te pasa?”.

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En su discurso, Cristina Kirchner retomó las palabras del economista Ricardo Arriazu y lo vinculó con el pasado neoliberal: “Este señor, que de destrucción a exterminio sabe mucho, fue el inventor de la tablita de Martínez de Hoz”. Aseguró que el consumo “se fue al carajo” y remarcó: “Rascan el fondo de la olla porque no pueden monetizar la economía”.

En clave interna, la titular del PJ nacional llamó a repensar el rol del peronismo y cuestionó la falta de discusión política: “Tenemos que volver a ser militantes políticos. Esto requiere capacidad de análisis, poder ver más allá de la próxima elección y, fundamentalmente, dejar de lado las mezquindades y los egos que tanto daño han hecho”. También planteó la necesidad de avanzar en una “nueva estatalidad, con eficiencia” y actualizar el debate laboral: “Eso también tenemos que discutir, para que la gente vuelva a identificar una idea y una forma”.

Cristina celebró la defensa de los derechos de El Eternauta por parte de la familia Oesterheld como ejemplo de soberanía cultural y concluyó con una afirmación cargada de sentido político: “No podía pasar este 25 de mayo sin que hubiera un peronismo que festejara el Día de la Patria”.