El Tribunal Penal N° 1 de Posadas condenó al exlegislador libertario Germán Kiczka a 14 años de prisión y a su hermano Sebastián a 12, en una causa que investigó la tenencia, facilitación y distribución de material de abuso sexual infantil. A Sebastián se le sumó además una condena por abuso sexual sin acceso carnal a una adolescente de 15 años. La sentencia fue dictada tras más de tres horas de deliberación, en un proceso que estremeció a la justicia misionera.

Los jueces Gustavo Bernie, César Yaya (subrogante) y Viviana Cukla declararon culpables a los hermanos luego de una audiencia marcada por fallos técnicos, declaraciones polémicas y alegatos cruzados. “Nos queda muy en claro que entienden de qué se los está acusando y la circunstancia de modo, tiempo y lugar que se les atribuyen”, indicaron desde la Fiscalía, que había solicitado penas de 15 y 12 años, respectivamente.

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Durante la audiencia, el defensor del exdiputado, Gonzalo De Paula, pidió que se desestimaran todas las imputaciones por considerar que el material hallado en los dispositivos no era de su defendido. En su turno, Sebastián Kiczka tomó la palabra para describir su traslado como “una celda de películas medievales” y se quejó de las condiciones de detención y del examen psicológico. Su hermano Germán optó por no declarar.

La defensa de Sebastián también fue cuestionada por sus declaraciones sobre la menor involucrada. María Laura Alvarenga alegó que se trataba de “una relación de amigovios” y que la adolescente “es una chica normal sin ningún conflicto o trauma”, por lo cual “no le representó ningún daño”. “Independientemente de lo que nos guste o juzguemos moral o no, era una relación de amigovios”, sostuvo ante el tribunal.

Durante los alegatos, el fiscal Martín Rau argumentó que los imputados descargaron videos de abuso “para satisfacer el apetito de quienes los consumen”. En tanto, el fiscal Vladimir Glinka cargó contra los peritos de la defensa, calificando sus informes como “truchos” y sostuvo: “Trataron de torcer la realidad con inventos, nunca hablaron de hechos reales”.

El padre de los condenados, Leonardo Kiczka, declaró ante la prensa que su hijo Germán “es inocente” y aseguró que no se halló nada en los allanamientos realizados. Sostuvo además que la causa tiene motivaciones políticas: “Todo esto es una persecución que quedó en evidencia”, denunció.

Ambos hermanos fueron esposados tras la sentencia y trasladados a la Unidad Penal I de Loreto. Los fundamentos completos del fallo se conocerán en los próximos días.